MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), con la colaboración de Colnatur, han diseñado una encuesta 'on line' para conocer la percepción que tienen las mujeres que comienzan la perimenopausia sobre su salud.
Se trata del momento de la vida de la mujer en la que función ovárica empieza a disminuir y aparecen los primeros síntomas de la menopausia, a partir de los 45 años.
La encuesta 'on line' aportará datos mediante los cuales se podrá conocer el porcentaje de mujeres que padece dolor articular, si tienen sofocos y cómo afecta a su vida, si practican ejercicio físico, cada cuánto tiempo acude la mujer al ginecólogo y si se ha ganado peso en los últimos años.
"Es fundamental seguir los principios de un estilo de vida saludable, centrándose en la práctica de ejercicio físico, acompañado de una dieta adecuada, la supresión o restricción de hábitos tóxicos y otras medidas de autocuidado. Los cambios en el estilo de vida durante esta etapa pueden tener un impacto potencial sobre la morbilidad y, eventualmente, sobre la mortalidad", ha comentado el presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego.
Asimismo, la encuesta también tiene como fin hacer hincapié en trastornos menos conocidos en esta etapa de la vida de la mujer, como la artrosis, cuyo principal síntoma es el dolor articular. Y es que, las mujeres tienen una mayor prevalencia de artrosis que los hombres, con una proporción casi de 3 a 1 y, a menudo, tienen más articulaciones afectadas, especialmente la rodilla, y una mayor severidad, e informan de mayor rigidez matutina e inflamación articular que los hombres.
"Si bien antes de los 45 o 50 años, el número de casos de artrosis es mayor en el hombre, a partir de esa edad, que coincide con la llegada de la menopausia, la tasa es mayor en la mujer. Aunque no se puede atribuir la artrosis a una única causa, parece que el aumento de casos de este trastorno en mujeres tras la menopausia se debe a la falta de los estrógenos", ha apostillado Sánchez Borrego.
Además, agrega, en el desarrollo de la enfermedad, relacionada con la edad, son también importantes otros factores de riesgo genéticos y medioambientales, como una gran carga de actividad en la articulación, las lesiones, determinados estilos de vida, la obesidad o el hecho de ser mujer.
Ahora bien, pese a que hay factores de riesgo sobre los que no se puede intervenir, como la edad, ser mujer o los antecedentes familiares, sí existen medidas para prevenir la enfermedad y que se deben mantener durante toda la vida.
"Una medida de prevención es evitar el aumento de peso, ya que produce una sobrecarga en las articulaciones. Asimismo, mantener una actividad física regular no es sólo un método de prevención, sino también de tratamiento, de forma que deportes como la natación o el ciclismo, contribuyen a fortalecer los músculos para evitar que la articulación quede flácida y con esto se pueda aumentar la rigidez. Complementar la dieta con colágeno asimilable también está demostrando ser una importante ayuda, tanto en el tratamiento como en la prevención", ha zanjado.