MADRID 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) solicitará por carta al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualada que explique qué recaudación espera obtener del copago de fármacos hospitalarios ambulatorios oncológicos, cómo va a prevenir y controlar que la medida no tenga efecto disuasorio en el consumo de los pacientes con cáncer y por qué se aplica aportación del usuario a medicamentos oncológicos prescritos en el hospital con presentación oral y no a los prescritos para vía intravenosa.
Con la puesta en marcha de la nueva disposición publicada en el BOE el 19 de septiembre, que se somete a copago 43 fármacos de dispensación hospitalaria, de los cuales 21 son medicamentos para el tratamiento del cáncer, la AECC vuelve a reclamar la petición que ya hizo a lo largo de 2012 para que las enfermedades graves fueran una excepción en las medidas de ajuste del sistema sanitario público.
La organización, ha constatado que la resolución se aplica medicamentos de administración oral, sobre todo para el tratamiento de enfermedades oncológicas o tratamiento/prevención de efectos secundarios. "Para más del 50 por ciento no existe alternativa terapéutica y en los casos en los que existe, las alternativas disponibles gratuitas (no orales) son significativamente menos eficaces para preservar la calidad de vida de los pacientes y conllevan procedimientos para su administración que incrementarían el gasto sanitario en el hospital", explica.
La mayoría de los enfermos a los que se aplican (con tumores cerebrales, cánceres de pulmón no microcítico, mama, colon, GIST, riñón, próstata, leucemia mieloide crónica y linfoblástica aguda con Ph+, hepatocarcinoma, páncreas, cáncer de mama HER2, linfoma cutáneo de células T) son pacientes con enfermedad avanzada metastásica.
"Estos fármacos son la única posibilidad que tienen para frenar la progresión la enfermedad y poder vivir con la mejor calidad de vida posible. Son pacientes que han de tomar esta medicación de por vida, hasta progresión de la enfermedad o aparición de intolerancia al medicamento", añaden.
Ante la situación actual, la aecc se pregunta "¿Por qué se aplica aportación del usuario a medicamentos oncológicos prescritos en el hospital con presentación oral y no a los prescritos para vía intravenosa?", cuando "la supervivencia de un paciente de cáncer depende tanto de unos como de otros".
Asimismo, entiende que debe de dar respuesta a como este pago va a afectar a la relación médico-paciente y del proceso de toma de decisiones terapéuticas. "A partir del establecimiento de la aportación del usuario en la farmacia hospitalaria se incluye un elemento más en el proceso de prescripción médica de la pauta de tratamiento, las variables precio y presentación entran en juego también, y ya no solo elementos estrictamente clínicos, sino también doctor ¿y estas pastillas cuanto me van a costar? ¿cuál es el medicamento más barato?", explica.
Con la aplicación de esta medida el paciente de cáncer pagará alrededor de 50,4 euros al año, sin contabilizar el gasto de otros medicamentos que pudiera necesitar en el caso de sufrir efectos secundarios de los tratamientos oncológicos; con todo ello, más el traslado al hospital para consulta médica y recibir el tratamiento, el paciente con cáncer tendría que asumir una media de 350 euros anuales en zonas rurales.