MADRID 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores tiene contabilizados, a fecha de 15 de marzo, a un total de 2.145 ciudadanos españoles que se encuentran detenidos en 47 países extranjeros, la mayoría (un total de 1.708) por delitos relacionados con el consumo o el trafico de drogas a pequeña escala, según anunciaron hoy con motivo de la presentación de la campaña 'Si traes drogas, pasarás muchos años en una cárcel antes de recuperar tu maleta' de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Las cifras siguen creciendo con respecto a años anteriores ya que en marzo del año pasado había 1.572 españoles presos por el mismo motivo y en 2008 apenas superaba los 1.410 detenidos. "Se supone que son personas que han salido a conocer mundo y acaban detenidos por una irresponsabilidad", según explicó la delegada del Gobierno en esta materia, Carmen Moya, "a veces por tonterías".
El 29 por ciento de estas detenciones se producen en Europa, siendo Perú (249), Brasil (181), Marruecos (156), Portugal (145), Francia (113) e Italia (107) los países con un mayor número de españoles presos por drogas, debido en parte por el "mito" de que "muchos países son tolerantes con el consumo de algunas sustancias", señaló Moya.
En cuanto a su procedencia, Andalucía (328), Cataluña (271), Comunidad de Madrid (259), Comunidad Valenciana (191), Canarias (69), Galicia (51) y Baleares (42) son las comunidades autónomas con mayor número de españoles detenidos en el extranjero, aunque de 419 personas se desconoce este dato y 235 han nacido en el extranjero pero tienen nacionalidad española.
El perfil del detenido varía entre aquellos jóvenes que aprovechan su estancia en otros países para "fumar un porro creyendo que pueden hacerlo" o, por otro lado, aquellas personas, generalmente de entre 30 a 40 años, que colaboran con las mafias en el tráfico de drogas como "mulas", según destacó la directora de la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo, que cuenta con un programa de apoyo para presos españoles en el exterior.
De este modo, los detenidos en Europa o Marruecos están relacionados con el hachís mientras que los que se encuentran en América o Asia han sido detenidos por cocaína u otras sustancias.
MUCHOS PAÍSES NO DISTINGUEN ENTRE CONSUMO Y TRÁFICO
"El problema es que la simple tenencia de unos gramos pueden estar penados incluso con la pena de muerte según el país", advirtió el subdirector general de Protección de los Españoles en el extranjero, Pedro José Sanz, destacando que en muchos países "no se diferencia entre consumo propio y tráfico".
Esto dificulta las negociaciones con el país de detención ya que es necesario contar con acuerdos bilaterales para extradición y conmutación de la pena al ordenamiento jurídico español, lo que puede demorar la tramitación de uno a tres años. De hecho, y según datos del Ministerio de Justicia, en 2009 se aprobaron en Consejo de Ministros unas 200 autorizaciones para el regreso de españoles presos en otros países por este motivo.
Mientras tanto, España ofrece asistencia a través de sus consulados para que estos ciudadanos mantengan el contacto con sus familias y "vivan con menos incomodidad y más dignidad su situación", además de una dotación económica para "garantizar su subsistencia".