NUEVA YORK, 31 Oct. (OTR/PRESS) -
Correr, el aerobic y hasta actividades domésticas que requieran un mayor esfuerzo físico pueden prevenir el cáncer de mama en mujeres postmenopaúsicas con un índice corporal normal. Por el contrario, una actividad física extrema puede resultar sólo protectora en mujeres que no tienen sobrepeso u obesidad, mientras el ejercicio ligero no supone alteración en el riesgo de esta dolencia. Esa reducción del riesgo se cifra en un 30 por ciento.
En una investigación desarrollada durante once años sobre 32.000 mujeres en Estados Unidos, publicada en el último número de la revista Breast Cancer Research, se pidió a las participantes cumplimentar un detallado cuestionario sobre el tipo de actividad física que desarrollaban.
En la categoría de ejercicio vigoroso se incluyó actividades domésticas como limpiar ventanas, trabajos de jardinería como cavar la tierra o cortar leña, y deportes como el 'running', el aerobic, la bicicleta de montaña o el baile movido.
Inicialmente, apenas se detectó un riesgo significativamente menor de cáncer de mama asociado con la actividad física vigorosoa, según los investigadores del National Cancer Insdtsitute de Estados Unidos.
Pero cuando sólo se estudió a aquellas mujeres con un peso saludable, la asociación comenzó a ser mucho mayor. Sin embargo, no se detectaron vínculos de menor riesgo de cáncer de mama en mujeres con sobrepeso u obesidad. Y tampoco hubo diferencias en el caso de si se traba de mujeres con un tipo de cáncer dependiente del nivel hormonal.
LAVAR LA ROPA O PASAR LA ASPIRADORA NO BASTA
La actividad física moderada, que incluye labores domésticas como lavar la ropa, pasar la aspiradora o actividades deportivas como pasear, ir de excursión o jugar a los bolos no representaron un menor riesgo asociado de cáncer de mama, según informaciones de la BBC recogidas por otr/press.
No está exactamente claro por qué el ejercicio puede proteger contra el cáncer de mama, según los investigadores. El responsable del estudio, Micheal Leitzmann, dijo que "en el grupo de mujeres postmenopáusicas, la reducción del cáncer de mama aparece limitada a formas vigorosas de ejercicio físico", y más concretamente entre aquellas mujeres con peso normal. "Nuestros hallazgos sugieren que la actividad física actua a través de mecanismos biológicos subyacentes que son independientes del control del peso corporal".
