MADRID 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Acostarse dos horas después de cenar, mantener la habitación fresca y evitar el consumo de sustancias excitantes por las tardes ayuda a combatir las alteraciones del sueño que se suelen producir en verano.
Así lo ha asegurado a Europa Press el neurólogo del Hospital Quirón San Camilo, Raúl Barahora Hernando, quien ha destacado la importancia de tener una buena higiene del sueño dado que ayuda a recuperar el desgaste energético y a fijar los recursos.
De hecho, los problemas de sueño suelen ir asociados a problemas de memoria. En este sentido, y como consecuencia de que en verano las personas se acuestan y levantan a horas diferentes que las del resto del año, el experto ha recomendado echarse la siesta con el fin de descansar un número de horas adecuado.
Se trata, según ha informado, de una necesidad fisiológica que tienen todas las personas y que, a su juicio, es necesario llevarla a cabo todos los días. Ahora bien, Barahora Hernando ha recomendado dormir la siesta entre 20 y 30 minutos en el lugar en el que el individuo se sienta más cómodo.
Así, el especialista en Neurología ha aconsejado no exceder este tiempo de siesta con el fin de evitar levantarse "confuso" por haber iniciado la fase profunda de sueño REM.
Por otra parte, el neurólogo ha avisado de que esta práctica no es recomendable para aquellas personas que padecen de insomnio porque este descanso durante el día les puede perjudicar por la noche. No obstante, ha reconocido que estos pacientes suelen tener también dificultades para conciliar el sueño en la siesta.
"La siesta forma parte del ciclo natural del ser humano y es recomendable que la hagan todas las personas, con excepción a los que padecen insomnio, dado que aporta un adecuado nivel de descanso y repara la falta de sueño puntual", ha zanjado.