MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Acción Contra el Hambre señala que la erradicación de la desnutrición puede generar un aumento de entre el 3 por ciento y el 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de un país, por lo que apuesta por el tratamiento nutricional completo para salvar la vida de un niño.
A esta terapia, que cuesta una media de 40 euros, sólo tienen acceso actualmente "uno de cada diez niños", manifiestas desde esta organización, que expone datos del Banco Mundial que señalan que "salvar a todos los niños con desnutrición severa que hay en el mundo costaría 9.600 millones de euros anuales".
Actualmente, casi 7.000 niños mueran de hambre cada día en el mundo, algo que consideran "inaceptable". Este desenlace se produce a causa de la desnutrición aguda, la cual "es un problema de salud resultante del desequilibrio entre el aporte y el gasto de nutrientes en el organismo", explican.
Ésta puede ser moderada o severa, produciéndose la primera "cuando la relación entre el peso y la talla es menor al 80 por ciento de la media establecida por los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud", sostienen. Por su parte, la severa "se da cuando esta relación es inferior al 70 por ciento de la media", subrayan.
LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA AFECTA A 165 MILLONES DE NIÑOS
Por otra parte, la desnutrición crónica afecta a día de hoy a 165 millones de niños, la cual provoca en ellos "que los movimientos sean más lentos que los de los niños sanos, que presten menos atención en la escuela y que sus capacidades de concentración sean menores", añaden. Aunque sus síntomas "son menos visibles exteriormente que los de la desnutrición aguda", éstos son "más vulnerables a las infecciones", afirman.
Las causas de estos problemas alimenticios entre estos menores las encuentra Acción Contra el Hambre en "la falta de medios de vida de subsistencia, la escasez de agua segura, la violencia, los desastres naturales y la volatilidad de los precios de los alimentos". Por culpa de estos factores, los menores pueden presentar edemas bilaterales.
Ante ello, apuestan por "evitar el destete prematuro, garantizar agua segura y contar con sistemas de alerta temprana", compendio de aspectos que "pueden prevenir la desnutrición". No obstante, aunque estas garantías no se cubran, el 80 por ciento de los caos "no necesitan hospitalización", concluyen.