Los abusos infantiles duplican las probabilidades de desarrollar una depresión persistente en la edad adulta

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JOHN MARKOS O'NEILL/CREATIVE COMMONS
Actualizado: martes, 16 agosto 2011 16:12


LONDRES, 16 Ago. (Reuters/EP) -

Las personas que han sufrido maltrato en la niñez son dos veces más propensas a desarrollar una depresión persistente y recurrente que aquellas que han vivido infancias normales, según un estudio realizado por el King's College de Londres (Reino Unido) publicado en 'American Journal of Psychiatry'.

El equipo de investigación realizó un análisis combinado de 26 estudios que incluían a más de 23.000 personas y concluyó que los médicos que tratan personas con depresión deberían indagar en la infancia de sus pacientes antes de realizar una prescripción, ya que un antecedente de abuso infantil tiene gran impacto en su enfermedad y capacidad de recuperación.

Según el estudio, las personas que habían vivido infancias estresantes o con episodios de abuso eran menos propensas a que los medicamentos o el tratamiento psicológico les hiciera efecto, lo que sugiere que los médicos y expertos deberían buscar nuevas formas de terapia y de intervención temprana.

"Identificar a aquellos en riesgo de episodios depresivos múltiples y de larga duración es crucial desde una perspectiva de salud pública", asegura la coordinadora del estudio y miembro del Instituto de Psiquiatría (IoP) del King's College de Londres, Andrea Danese.

"La investigación demuestra que la prevención y las medidas de intervención tempranas sobre el maltrato infantil serían clave a la hora de prevenir este importante problema de salud global", asegura Danese y añade que "saber que las personas con antecedentes de maltrato no responderán tan bien al tratamiento también sería valioso para la determinación del pronóstico de los pacientes por parte de los médicos".

Alrededor de uno de cada 10 niños está expuesto a maltrato en el mundo, incluyendo el abuso psicológico, físico o sexual y el rechazo. Como resultado, pueden surgir anormalidades en zonas biológicas particularmente sensibles al estrés, como el cerebro y el sistema inmune, explicó el investigador.

Estos cambios biológicos podrían explicar por qué las personas deprimidas con antecedentes de maltrato son menos proclives a responder bien al tratamiento o brindarían indicios para apuntar la investigación al hallazgo de nuevas terapias más efectivas, indicaron los científicos.

"Si bien aun no sabemos exactamente qué tipo de tratamiento mejoraría la atención de los individuos maltratados, podría ser que nuevas terapias basadas en las vulnerabilidades biológicas relacionadas con el maltrato infantil sean un sendero de investigación", explica uno de los colaboradores de esta investigación, Rudolf Uher.

La depresión es una causa importante de mortalidad, discapacidad y carga económica en todo el mundo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que, para 2020, será el segundo mayor contribuyente a la carga de enfermedad global en todas las edades.