MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, asegura que los médicos podrán pedir el asesoramiento de un psicólogo o un trabajador social para decidir si las jóvenes de 16 y 17 años que quieran interrumpir su embarazo pueden hacerlo sin el consentimiento de sus padres, evaluando para ello si existe "coacción o presión" familiar.
Según ha explicado Jiménez, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, la ley exige que todas las mujeres menores de edad que quieran interrumpir su embarazo cuenten "siempre con el permiso paterno, materno o de sus tutores legales" antes de acudir al médico, salvo que éste perciba "temor por sufrir violencia intrafamiliar, o coacción, presión, un miedo reverencial ante la posibilidad de decírselo a sus padres".
En estos casos, "será el médico con el asesoramiento, si así lo estima, de un psicólogo o un trabajador social, el que acredite que esa situación de riesgo existe".
"Normalmente, una chica de entre 16 ó 17 años que acude a interrumpirse su embarazo siempre irá acompañada de sus padres o tutor legal", reconoce la ministra de Sanidad, aunque admite que "en el caso de que no lo hiciera, es cuando el médico tendrá que evaluar la percepción del miedo que esta chica le está mostrando".