Su posibilidades de padecer síntomas son 5,6 veces más bajas que los pacientes no tratados
MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 94 por ciento de los pacientes con mieloma múltiple asintomático y con un alto riesgo de progresión consiguen una supervivencia superior a los cinco años gracias a la terapia combinada de lenalidomida y dexametasona, tal y como ha evidenciado una investigación realizada por el Grupo Español de Mieloma (GEM-Pethema).
Este trabajo, que ha sido publicado por la revista especializada 'The New England Journal of Medicine', y que aún continúa su seguimiento, por lo que la supervivencia libre de progresión podría ser aún mayor, ha sido financiado por Celgene. Su desarrollo "marca un hito en el tratamiento del mieloma", explican los expertos.
A juicio de uno de sus líderes y jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, el doctor Jesús San Miguel, el objetivo primario del estudio era ver si este tratamiento ya aplicado en pacientes con síntomas "demoraba la aparición de la sintomatología" en estos pacientes.
No obstante, se consiguió uno secundario, que no es otro que demostrar la mejora de la supervivencia, y es que en el resto de los 120 pacientes evaluados y que no recibieron terapia ésta fue del 78 por ciento". Además, sostiene que el riesgo de progresión en los que recibieron lenalidomida y dexametasona "fue 5,6 veces más bajo".
Otros resultados obtenidos son que éstos enfermos sólo tuvieron una progresión con fracturas óseas en un 22 por ciento de los casos, mientras que en el otro brazo de pacientes "fue del 76 por ciento". Por último, explica que en los primeros se alcanzó una respuesta, "al menos parcial, en el 80 por ciento" tras dos años de tratamiento.
MENOS DEL 10% TUVIERON EFECTOS ADVERSOS DE GRADO 3
A tenor de los datos hallados, y debido a que esta terapia oral es "muy cómoda y tolerable", San Miguel sostiene que hay que replantearse "qué hacer", ya que también es muy segura al sólo presentar menos de un 10 por ciento de los enfermos efectos secundarios de grado 3.
Todo ello hay que agradecérselo, a su juicio, a los ensayos clínicos, los cuales "aseguran al paciente los mejores cuidados". Por ello, muestra su "dolor" por la medida de despido de un máximo de 28 trabajadores y la no renovación de contratos temporales a cerca de otras 36 trabajadores en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Para él, la ciencia es "el sostén y el motor de un país", por lo que considera que, "ya en las vacas gordas, se tenía que haber potenciado más la investigación". Precisamente, la desarrollada por GEM-Pethema ha generado tres hitos en mieloma, como son "el criterio de profundidad de respuesta, y los estándares de tratamiento en ancianos y en pacientes jóvenes", explica.
Para ello, se ha necesitado el trabajo conjunto del centenar de hospitales que actúan de la mano de esta entidad. En este sentido, San Miguel anuncia que se va a estudiar esta misma terapia en pacientes asintomáticos menores de 65 años y con alto riesgo de progresión, pero "de manera más intensa" y con el objetivo de buscar una curación.
Otra de las doctoras que ha liderado la investigación es su compañera en este centro hospitalario charro, María Victoria Mateos, que manifiesta que el mieloma múltiple es la segunda neoplasia en incidencia, ya que "afecta a entre cuatro y cinco casos anuales por cada 100.000 habitantes". Los síntomas de la misma son "dolor óseo, anemia y alteración renal", entre otros, asegura.
LOS PACIENTES CON ALTO RIESGO REPRESENTAN UN 40% DE LOS ASINTOMÁTICOS
La experta indica que "la gran mayoría están precedidos por un estadío asintomnático", que se identifica por las células tumorales en la médula ósea. Los que se encuentran en esta etapa se dividen en dos grupos, siendo el primero los que tardan mucho en progresar y el segundo los que tienen un alto riesgo de ello, que representan un 40 por ciento y que lo hacen a los dos años en un 50 por ciento de los casos.
Para detectar el estado del paciente es precisa una analítica rutinaria, en la que un elevado número de proteínas determina al médico a realizar un estudio añadido. En éste se determina si las proteínas monoclonales se encuentran en mayor medida de lo normal y se realiza un aspirado de médula.
Además, Mateos subraya que existen "diferentes parámetros clínicos, biológicos y radiológicos para determinar el bajo o alto riesgo de progresión". Así, señala que las lesiones focales advierten de la existencia de mieloma múltiple.
Por otra parte, el jefe del Servicio de Hematología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, el doctor Juan José Lahuerta, destaca el avance que se ha producido en esta enfermedad, y es que "ahora se aumenta la supervivencia a los cinco o seis años". A ello se une el hecho de haber conseguido "una mejoría en la calidad de vida de los pacientes", confirma.
En la misma línea se muestra el doctor del Servicio de Hematología del Hospital Clínico de Barcelona, Joan Bladé, que asegura que los grandes hitos en la última década se han dado "n pacientes mayores no candidatos a trasplante". Por último, el futuro radica en profundizar "en la enfermedad mínima residual", concluye.