MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 91,3 por ciento de los profesionales de la Podología considera que el trabajo con las sociedades o mutuas no está bien remunerado, y creen que las compañías pagan "tarde y mal", según muestra el Estudio Socioprofesional realizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP).
El estudio, que ha sido presentado este martes por Rosario Correa, vicepresidenta del CGCOP, junto al secretario general de la Federación de Trabajadores Autónomos ATA, José Luis Perea, ha contado con la participación de 2.666 personas de un colectivo de unas 7.800 personas colegiadas, una muestra del 35% del total, lo que da gran fiabilidad a la investigación.
Según Correa, "se trata de un tema que las empresas y profesionales deben valorar y negociar para que la remuneración profesional sea adecuada y acorde a la calidad prestada. Es necesario que las compañías sanitarias establezcan un diálogo fluido y ordenado con el Consejo General de Colegios de Podólogos".
"Y en este diálogo no podemos dejar de hablar de que haya una remuneración profesional adecuada y acorde a la calidad prestada, pero, sobre todo, debe estar centrado en la ampliación de los servicios podólogicos cubiertos, ya que las competencias de podólogas y podólogos van mucho más allá de una sencilla quiropodia", ha añadido.
Para José Luis Perea, "la mayoría de las aseguradoras solo incluyen la quiropodia, un servicio muy básico y de menor valor añadido, entre los actos terapéuticos que ofrecen a sus asegurados y pagan estos servicios al profesional a veces a 5 euros". Esta realidad se ha agravado durante la pandemia, "los profesionales que trabajaban con aseguradoras han visto como su histórica baja remuneración hacía inviable atender a estos pacientes con los costes derivados de las nuevas medidas sanitarias", ha añadido Perea.
El 41,9% de personas encuestadas trabajan con mutuas o aseguradoras privadas. El estudio también revela que hay pocos profesionales que trabajan en o para instituciones públicas. La inmensa mayoría no trabaja en ninguna institución y lo hace en el ámbito privado: fundamentalmente, en clínicas.
En la Sanidad pública solo hay unos pocos profesionales en hospitales de Cantabria y Baleares, junto a los que trabajan en la Universidad. Existen algunos autónomos que trabajan para Ayuntamientos o residencias públicas, pero con conciertos o a través de licitaciones de servicios. De hecho, el 74,2% de profesionales desarrollan su actividad por cuenta propia, el 13,6% por cuenta ajena y el 12,2%, de ambas formas, lo que revela el altísimo nivel de autónomos.
La inmensa mayoría de las profesionales de la Podología (87,5%) está de acuerdo con la inclusión de esta especialidad en la cartera básica del sistema público de salud con todas las competencias: pie diabético, atención primaria, pie geriátrico, pie infantil y en el ámbito hospitalario. Las respuestas obtenidas han permitido al Consejo reafirmarse en su lucha por este cometido.
El porcentaje de quienes defienden la incorporación de la Podología a la Sanidad pública es muy similar al de profesionales que consideran que no existe reconocimiento social de la profesión (85,5%). Ambos aspectos parecen estar muy relacionados. La presencia en la Sanidad Pública aportaría conocimiento y prestigio social a la Podología.
La vicepresidenta de los podólogos también ha hecho referencia a otro problema importante de la profesión y sobre el que las personas encuestadas creen que la Administración debe actuar más: es el del intrusismo. Entre 2018 y 2020, el CGCOP tiene registrados 496 casos de intrusismo en la Podología, "algunos de ellos con consecuencias graves para los pacientes tratados por personas sin titulación", ha afirmado Correa.