MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Hasta un 2 por ciento de la población padece vitíligo, una enfermedad autoinmune que produce en la piel manchas sin pigmento y que no tiene cura pero que, en contra de lo que muchos pacientes creen, con el tratamiento y el especialista adecuado puede cubrirse en un alto porcentaje, entre el 85 y el 90 por ciento puede conseguir repigmentar las manchas de la cara.
"Es importante que se le diga al paciente que el vitíligo debe tratarse y que el dermatólogo transmita que se ve capaz de ayudar al paciente; debe querer tratarlo, lo contrario es dramático ya que si no se trata el vitíligo crece y paciente tolera peor su enfermedad y se deprime", afirma a Europa Press el profesor Agustín Alomar, dermatólogo del Institut Universitari Quirón Dexeus en Barcelona y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, con motivo del Día Mundial de la enfermedad.
Esta enfermedad se produce porque el sistema inmunitario destruye los melanocitos de la piel, es decir, las células de la pigmentación. Es un proceso generalmente benigno, pero puede ser devastador psicológicamente, sobre todo cuando afecta a la cara.
No existe mayor predisposición por sexo o raza, aunque los pacientes blancos, si no toman el sol, apenas muestran síntomas. Entre el 20 y el 30 por ciento de los casos comienza en la infancia; de hecho, la mayoría de pacientes presentan la enfermedad antes de cumplir 40 años.
"Una de las zonas donde aparece el vitíligo son los genitales y la gente no se preocupa porque no lo ve o es una zona que no se enseña. Un pediatra que revise a los niños puede ver en esta zona el principio de la enfermedad", señala.
Tiene dos variantes, la focal, que se presenta como ligeras manchas segmentadas en el cuerpo, especialmente en zonas expuestas al sol y es normalmente unilateral, "sigue una distribución de estructura anatómica"; y el generalizado o acrofacial, que abarca grandes extensiones, en cara, manos, pies, rodillas, torax etc. "Como otras enfermedad de la piel el vitíligo tienen cumple el fenómeno de Koebner que consiste en su aparición tras un traumatismo", advierte.
De hecho, recuerda el experto, se acompaña a menudo de otras enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto o hipotiroidismo inmune - "sobre todo en mujeres", advierte-; asimismo, se cree que hay un componente hereditario, pues muchos pacientes tienen antecedentes en la familia con el mismo problema.
El vitíligo es para el paciente un problema discapacitante psicológicamente, puede no afectar a la salud física pero tiene una afectación psicológica importante. "Yo no he curado pero he mejorado a tanta gente que me sigue la pena seguir dando trabajando", afirma.
¿COMO SE TRATA EL VITÍLIGO?
No existe cura, "no tenemos la medicina específica porque no sabemos la causa específica", advierte. No obstante, son muchos los grupos de investigación que están buscando un tratamiento en todo el mundo. Concretamente, dermatólogos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, Estados Unidos, han anunciado esta semana que usando un fármaco para artritis reumatoide ha restaurado color de la piel en un paciente que sufre de vitíligo.
El antes de empezar al tratamiento se ampara en las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. "Fe en el médico, esperanza en que el tratamiento conseguirá resultados y caridad consigo mismo para cumplir con un tratamiento pesado y largo", afirma.
Él utiliza antioxidantes orales, dado que la función de la luz es imprescindible y es conocido el defecto de los melanocitos en elvitíligo para gestionar los radicales libres; el tacrolimus tópico que es capaz de incrementar la actividad tirosinasa del melanocito y aumentar su capacidad migratoria y recuperar las zonas afectadas; el khellin tópico que conlleva un efecto depot epidérmico efectivo.
Todo esto lo combina con una exposición solar mínima de 5, 10 ó 15 minutos diariamente y, en caso de no ser posible, exposición a luz ultravioleta en la banda UVB -BN. "Han de tomar el sol cada día. Es imprescindible, sin sol no funciona, es imposible estimular los melanocitos de cualquier reservorio", afirma.
No todo el mundo ni todas las partes afectadas responden igual al tratamiento, pero el doctor Alomar reitera que es importante tratarse. Sobre todo se ve un gran resultado en la cara, rodillas o coros, mientras que otras zonas como las manos, los dedos o las zonas mamarias no responden bien al tratamiento.