MADRID 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El 87 por ciento de los españoles considera que vive en un país ruidoso, siendo los madrileños los que más se quejan del ruido y los gallegos y vascos los que menos, según un estudio realizado por GAES Centros Auditivos con motivo del Día Mundial contra el Ruido, el próximo miércoles 28 de abril.
Los ruidos que más molestan en el día a día, son las obras (49,4%), el ladrido de un perro (25,3%), el camión de la basura (24,6%) y el tráfico (24,1%). El 65 por ciento aseguró que es la calle donde se siente más agobiado por la contaminación acústica. Pero además, el 28 por ciento afrimó que el ruido altera en gran medida su estado de ánimo.
Por la noche es otro de los momentos más conflictivos para encontrar el silencio y la calma adecuados para conciliar el sueño. Así, casi el 46 por ciento de la población afirmó oír ruidos cuando va a dormir. Sin embargo, nueve de cada diez ciudadanos señaló que no están suficientemente concienciados y no se ponen las medidas necesarias para reducir los altos índices de sonido.
Se calcula que más de 9 millones de españoles soportan cada día, unos niveles medios de ruido que superan el límite aceptable establecido en 65 dB por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, España ocupa la segunda posición en el ranking de los países más ruidosos, por detrás de Japón.
Los expertos alertan que en las últimas décadas los niveles de ruido han aumentado de forma alarmante. La exposición a sonidos que superan los índices considerados como saludables puede provocar pérdida auditiva si no se protegen adecuadamente los oídos. Además, el ruido puede generar diversos trastornos como insomnio, irritabilidad, dolor de cabeza, estrés, hipertensión, fatiga o un mayor riesgo cardiovascular.
La pérdida de audición provocada por altos niveles sonoros se produce como consecuencia de una exposición prolongada a ruidos que superen los 85dB. Cuanto más alto sea el nivel de ruido más rápido se desarrollará el trastorno auditivo y existen más posibilidades de que sea irreversible.
Esta exposición al ruido puede provocar tanto un trastorno auditivo progresivo, o incluso permanente, si se trata de un sonido intenso, como en el caso de una explosión. La pérdida auditiva también puede ir acompañada de otros trastornos como tinnitus, una especie de silbidos o ruidos en la cabeza.
Los especialistas recomiendan conocer los decibelios de los ruidos que nos rodean para saber cuáles pueden ser una agresión para nuestros oídos. En el caso de pasar largos períodos de tiempo en entornos que superen los niveles de ruido recomendables debemos usar tapones o protecciones adecuadas para los oídos.