LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unoa 100.000 españoles desconocen que padecen enfermedades cardiológicas heredadas, que son la principal causa de muerte súbita entre jóvenes y deportistas, como el reciente fallecimiento del futbolista del Espanyol Dani Jarque.
El dato lo reveló el investigador del Hospital Universitario de La Coruña (Galicia) y director científico del centro Health in Code, Lorenzo Monserrat Iglesias, tras participar en el Foro Cardiológico del Colegio de Médicos de Las Palmas en la capital grancanaria.
Explicó que estas personas pueden ser detectadas a través de estudios genéticos que permiten identificar mutaciones causantes de una veintena de enfermedades englobadas en las miocardiopatías y canalopatías, que tienen como característica común su factor hereditario.
Añadió que el 80 por ciento de las muertes súbitas pueden evitarse a través de la genética, principal medio de la medicina para detectar que corazones aparentemente sanos contienen un fallo en su ADN.
Las cardiopatías hereditarias son las principales causantes de fallecimiento fulminantes en jóvenes y deportistas --entre 1.000 y 2.000 en España-- y la padecen 100.000 personas en España, aunque de momento lo desconocen.
CARDIOPATÍAS ASINTOMÁTICAS
Monserrat explicó que muchas de estas cardiopatías no presentan síntomas, aunque otras muchas se detectan en rutinarias revisiones de empresa o deportivas. "Una vez que se sospecha la enfermedad dentro de una familia es cuando el estudio genético tiene importancia para precisar qué tipo de enfermedad es", aseguró.
En cualquier caso, destacó que es fundamental que cuando el paciente acuda al médico, éste valore que tiene una patología hereditaria y estudie a la familia, pues por cada caso que llega a una consulta, detrás hay otros cuatro que pueden ser detectados por estudios genéticos.
"El hecho de detectar la enfermedad y el conocimiento de su afectación familiar permite prevenir las manifestaciones de la enfermedad, aplicar los tratamientos adecuados y evitar problemas serios de pacientes como insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares y la muerte súbita", reiteró el experto, al tiempo que remarcó que "tras unos 20 años de investigación de la genética en el ámbito cardiovascular es el momento en que la genética deje de ser investigación y beneficie a los pacientes en la práctica diaria".
Igualmente, apuntó que los fallos del corazón en personas mayores de 40 años suelen ser por enfermedades coronarias como infartos o anginas, pero por debajo de esa edad la mayoría se debe a estas malformaciones congénitas que se estudian en el centro Health in Code, donde se diagnostican casos de una treintena de hospitales españoles.
Explicó que la muerte súbita es "la que se produce en una persona que aparentemente está sana y en el curso de las dos primeras horas desde el inicio de los síntomas, de noche o no presenciada por nadie".
UNA COPA DE VINO
El fallecimiento de forma repentina tiene muchas causas, la primera de ellas es los infartos de miocardio. No en vano, el corazón es la principal causa de muerte en España, seguida del cáncer y los accidentes de tráfico. Asimismo, manifestó que "la muerte súbita tiene que hacer despertar la necesidad de hacer estudios completos y que el caso no quede cerrado en falso, algo que está ocurriendo muchas veces".
No obstante, Monserrat hizo especial hincapié en que "no hay que alarmarse" ante la muerte súbita, ya que "no es frecuente". En cualquier caso, recomendó a la ciudadanía "hacer una vida sana con una dieta adecuada, ejercicio físico, no fumar, cuando tiene síntomas debe acudir al cardiólogo y si en la familia ha habido problemas hay que tenerlo en cuenta".
De este modo, el doctor gallego comentó que la aspira es buena para evitar infartos, pero "hay a quien no le va bien", así como que "el vino es bueno en cantidades moderadas, una copa pequeña al día".
EL CASO PARTICULAR DE CANARIAS
Para este experto, las características geográficas y poblacionales de Canarias la convierten en una comunidad especialmente interesante para el avance de la genética, pues resulta más fácil acotar mutaciones y familias que en otros lugares y la posibilidad de lograr curaciones es mayor, tanto en enfermedades del corazón como en cualquier otra patología.
Asimismo, las enfermedades recesivas, que son las que necesitan que un determinado factor genético aparezca en el padre y la madre, tiene mayor incidencia en poblaciones con menor movilidad poblacional, lo que puede suceder tanto en Canarias como en Galicia por el aislamiento de muchas de sus poblaciones.
Según Monserrat, la medicina basada en la evidencia ha llegado a su techo y se tiende hacia los tratamientos individualizados, pues lo que es bueno para la mayoría puede ser nefasto para una minoría, así que identificar pacientes susceptibles de padecer patologías hereditarias, estudiar su familia y ofrecer un tratamiento individual y multidisciplinar, en el que intervienen genetistas y cardiólogos, entre otros especialistas, es, a su juicio, el futuro.