70.000 varones se aplican cada año en España la vasectomia

Actualizado: lunes, 16 junio 2008 23:59

BARCELONA, 16 Jun. (OTR/PRESS) -

Varón de 35 años casado y con dos hijos es el perfil del paciente que acude a la consulta del urólogo a solicitar una vasectomía. Este método anticonceptivo quirúrgico que consiste en cortar el conducto que lleva los espermatozoides al semen es el más utilizado en la actualidad por el urólogo, junto con la circuncisión.

De hecho, una investigación de la Asociación Española de Urología (AEU) revela que la vasectomía es la técnica quirúrgica urológica más practicada en España, realizándose más de 70.000 intervenciones cada año. Para el doctor Ander Astobieta, coordinador del Grupo de Andrología de la AEU, la demanda de vasectomías ha aumentado en los últimos años en los servicios de Urología siendo menor el número de ligaduras de trompas (intervención que corta o tapona el conducto o trompa que lleva el óvulo desde el ovario al útero, lo que impide la fecundación).

"El incremento en el número de vasectomías se debe en gran medida que es una intervención que se realiza con anestesia local, dura poco tiempo y la recuperación suele ser rápida", explica el doctor Astobieta. Según los expertos, dicho incremento también responde a razones culturales y sociales. Refleja cierta modificación en los roles de pareja, ya que hasta ahora el control de la natalidad recaía en mayor medida sobre la mujer. Se trata de un método definitivo y tranquilizador y menos complejo que una ligadura de trompas femenina. Aunque no es lo habitual, pueden producirse complicaciones como hinchazón, hematomas e infección postquirúrgica.

PATERNIDAD SATISFECHA

El motivo más común que lleva a un varón a solicitar esta intervención es que se encuentra satisfecho con su paternidad y busca la tranquilidad de un método definitivo de control de la fertilidad. Otras indicaciones de esta técnica vienen condicionadas por enfermedades hereditarias y congénitas que pueden transmitirse a la descendencia.

El doctor Astobieta asegura que la vasectomía es un método de esterilización con una efectividad de entre un 99 y un 99,5%, ya que detiene la migración de los espermatozoides a través de sus conductos naturales. "No es que exista una vasectomía reversible", aclara este experto sino, "que hay una posibilidad muy remota de repermeabilización espontánea de los conductos deferentes. En la mayoría de los casos, se corta un centímetro del conducto deferente de cada lado, no obstruyendo el cabo testicular lo que permite una mayor probabilidad de éxito con la recanalización".

No obstante, el responsable del grupo de Andrología de la AEU insiste en que si bien el conducto se puede recanalizar en el futuro, conviene que el paciente que toma esta decisión lo haga con la idea de que es un método definitivo. "Es una técnica pues adecuada para las personas que tienen claro que no desean tener más hijos", dice el doctor Astobieta. Aunque tiene un índice de efectividad muy elevado, la esterilidad no se alcanza de manera inmediata. El varón puede seguir manteniendo cierta capacidad de fecundar durante los tres meses siguientes a la vasectomía a través de los espermatozoides residuales.

La vasectomía es una intervención sencilla que se realiza con anestesia local, su duración media es de 30 a 40 minutos y no requiere ingreso hospitalario. Técnicamente no es una cirugía compleja. Se realiza una ligadura del conducto deferente que comunica el testículo con la próstata a través del cual discurren los espermatozoides. Para hacer la ligadura se practica una pequeña incisión por el escroto por la que se accede al conducto deferente. Éste se liga con sutura o bisturí eléctrico o mediante unas grapas (esta última técnica se utiliza en menor medida en España).

En los últimos años se han descrito nuevas técnicas de vasectomía dirigidas a facilitar una posterior repermeabilización de la vasectomía (vasovasostomía), si bien sigue sin conseguirse el 100% de éxitos. Lograr la reversibilidad depende también del tiempo transcurrido desde que se practicó la vasectomía. A más tiempo transcurrido desde la intervención, menores son las probabilidades de revertir la cirugía.

Los pacientes que se someten a esta prueba deben saber que el semen será idéntico al que tenía anteriormente pero sin espermetazoides. Tampoco la potencia sexual y la eyaculación experimentan cambio alguno respecto a como eran antes de la intervención, afirman los expertos.