MADRID 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete de cada diez pacientes con artrosis se sienten impedidos a la hora de realizar actividades diarias, siendo el dolor (96,3%) y la dificultad para empezar movimientos cotidianos (70,5%), como andar o levantarse, los factores que más afectan y merman su calidad de vida.
Estos datos se desprenden de una encuesta nacional realizada a 500 pacientes artrósicos de Andalucía, Asturias, Cataluña, Galicia, Madrid y Valencia, con el objetivo de valorar su nivel de satisfacción con la atención médica y el tratamiento que reciben.
La encuesta, que ha contado con la colaboración de cuatro Ligas Reumatológicas y el apoyo de Bioibérica Farm, ha sido capaz también de definir el perfil del paciente artrósico español. Así, se puede ver que se trata de personas mayores, siendo las mujeres la que más la padecen.
Concretamente, la edad media de los pacientes encuestados se ha situado en torno a los 60 años y el 83 por ciento han sido mujeres; el 60 por ciento tiene su artrosis diagnosticada desde hace más de seis años y el 18,5 por ciento afirma, además, tener osteoporosis.
En cuanto a cómo de discapacitante es su enfermedad, un 1,3 por ciento afirma estar 'totalmente impedido', mientras que el 20,5 por ciento ha señalado estar 'bastante impedido' y el 45 por ciento 'algo impedido'. A esto debe sumarse la situación psicológica de estos pacientes que, debido a su incapacidad en situaciones de rutina, pueden sufrir cambios de humor (41%) y depresión (33%).
La artrosis es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones, y, según la encuesta, las más afectadas son sobre todo las rodillas (68%) y las manos (60,9%).
ATENCIÓN MÉDICA Y TRATAMIENTO
Por otra parte, la encuesta muestra el nivel de satisfacción con la atención médica. Así, se observa que un 38,5 por ciento de los entrevistados visitan a su médico entre dos y cinco veces al año y un 25,7 por ciento lo hace más de cinco veces.
Los pacientes puntúan con un notable alto (8,2) el trato personal recibido por parte del profesional médico y valoran, sobretodo, el nivel de resolución de dudas y la importancia que el médico le da a la artrosis. No obstante, valoran mejor el seguimiento del especialista que el del médico de Atención Primaria, especialmente en relación con las pruebas diagnósticas y la duración de la visita.
Asimismo, las conclusiones de la encuesta destacan que no hay diferencias significativas entre CCAA pero sí entre aquellos pacientes asociados a una liga reumatológica y los que no lo están; los primeros están mejor informados de su enfermedad, al tiempo que señalan sentirse más apoyados.
Finalmente, en lo que respecta al tratamiento farmacológico, la encuesta evidencia que se utilizan varias familias de fármacos a la vez para tratar esta enfermedad, siendo utilizados sobre todo antiinflamatorios, analgésicos y condroprotectores.
Casi la mitad (48,8%) de los pacientes que utilizan un condroprotector (como el condroitín sulfato o la glucosamina) se sienten notablemente satisfechos con el tratamiento, frente al 36,6% de los que no lo toman; los motivos son el alivio o desaparición del dolor (82%), la mejora de la movilidad ( para el 42%) y que frena el avance de la enfermedad (13%).