MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Siete de cada diez directivos de hospitales y demás instituciones sanitarias reconocen que en la elección de sus cargos suele tenerse más en cuenta su relación o afinidad política que su formación, experiencia o conocimiento del sector, según los resultados de un informe llevado a cabo por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).
El trabajo se ha basado en cerca de 800 encuestas realizadas a los directivos que forman parte de esta entidad, de los que la mayoría (70%) están trabajando en instituciones de financiación o gestión pública, y el objetivo era conocer la profesionalización que hay en este ámbito.
De este modo, preguntados por los motivos que más influyen en la elección de estos cargos, admiten que lo más valorado era la afinidad política (71% de los encuestados), seguida de la experiencia gerencial (46%), grado de formación (29%) o experiencia clínica (11%).
"Todos pensábamos que sucedía esto pero nadie se atrevía a poner una cifra (...) Siempre hemos dicho que había mucha vinculación política en la toma de decisiones a la hora de elegir a profesionales de la gestión sanitaria y el informe lo que hace es cuantificarlo", ha reconocido el secretario general de la Junta Directiva de SEDISA, Mariano Guerrero, coordinador de este trabajo.
El problema de esta politización en la elección de directivos es que "cada vez que hay un cambio político se produce un recambio masivo de directivos". Además, admite que es más frecuente en la sanidad pública ya que "en el sector privado ya procuran tener a los mejores porque la cuenta de resultados también les va en ello".
"Está claro que nadie nombra a nadie con el que no tenga confianza. Pero una cosa es la confianza personal y otra la profesional, y hay que buscar un punto de equilibrio", ha reconocido este responsable de SEDISA.
Para ello, reclama una profesionalización de estos cargos de modo que a la hora de nombrarlos se haga una evaluación en función de los resultados y la formación esté avalada "convenientemente", lo que a juicio de esta entidad pasa por la creación de programas formativos específicos y la creación de un área de capacitación específica.
"Lo único que pedimos es que haya buenos programas de formación, que haya un buen plantel y se elija sobre los que tienen una más calidad contrastada", ha insistido.
De hecho, el informe muestra como tan sólo el 53 por ciento de los directivos ha dedicado tiempo a la formación en habilidades directivas en el último año y más del 44 por ciento hace más de 5 años que no se ha formado en este área. Todo ello a pesar de que en el 70 por ciento de los casos llevan más de 10 años dedicándose a este ámbito.
LA MAYORÍA SON MÉDICOS
Más del 70 por ciento de los directivos proceden del ámbito de la Medicina pero, según apunta el secretario general de SEDISA, esto no significa que cada vez haya más profesionales de otras áreas, como del mundo de la Economía, el Derecho o la gestión empresarial.
"La diversidad enriquece, y puedo hablar de cinco médicos brillantísimos como gestores y otros cinco que vienen de otras profesiones, porque los conocimientos se aprenden y no se puede cerrar la puerta a nadie", admite.
Sin embargo, ha insistido en que los programas formativos sobre gestión y dirección sanitaria se acomoden hacia donde están las mayores deficiencias. "En el caso de los médicos se debe trabajar también en el ámbito de los recursos humanos, gestión económica, financiera o habilidades directivas, ya que ni en la universidad ni en la formación posterior a través del MIR se incluyen", admite.
MÁS POLITIZADOS Y ¿MENOS EFICIENTES?
Además, Guerrero considera que el informe abre nuevas incógnitas, como saber si la falta de profesionalización o una mayor politización de estos cargos tiene consecuencias en términos de eficiencia. "No sabemos si funcionan mejor o peor, pero las consecuencias de esta gestión no se pueden saber si no se evalúa", ha lamentado.
En este sentido, ha diferenciado entre las posibilidades de gestión con que se encuentran los directivos pertenecientes al sector público y los del sector privado.
"Las variaciones en la práctica clínica existen, y eso no significa que unas sean malas y otras buenas, por lo que también hay que aceptar que hay variaciones en la gestión, y la principal es la que provoca poder utilizar las herramientas que el momento actual permite y los que no pueden usarlos. El objetivo es el mismo, pero el sector sanitario privado aporta unas herramientas que en el público no se tiene. Nadie dice si es peor o mejor, pero es más eficiente", ha apuntado.
Además, ha reconocido que SEDISA ha puesto en conocimiento de las propias autoridades sanitarias la encuesta y, a pesar de que podía ser "un poco incómodo", ha sido bien acogido.