MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 53 por ciento de los fumadores que acude al especialista para dejar de fumar lo consigue a los seis meses, mediante tratamiento farmacológico y ayuda psicológica, según los resultados de un estudio elaborado por el Hospital Carlos III de Madrid.
El doctor Leopoldo Sánchez Agudo, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Carlos III, manifestó hoy, en declaraciones a Europa Press, que los resultados de este estudio, que serán publicados en breve en una revista científica, demuestran que a los seis meses de tratamiento, dejaron el tabaco el 53,4% de quienes acudieron directamente a la consulta y el 53,1% de los que recibieron tratamiento por teléfono o correo.
Según explicó el doctor Sánchez Agudo, que clausuró hoy un Curso sobre Tabaquismo celebrado en el Hospital Carlos III, en las Unidades de Tabaquismo se realiza una valoración de dependencia individualizada de cada fumador, en la que se tiene en cuenta el consumo de cada persona y el tiempo que lleva fumando, y se le recomienda un tratamiento farmacológico.
"Fumar es una enfermedad adictiva y crónica que tiene raíces en la conducta del individuo y en la acción farmacológica de la nicotina y de otros agentes --dijo--, y eso es lo que hay que abordar en un tratamiento".
En este sentido, señaló que hay técnicas psicológicas que ayudan a modificar esa conducta, algunas de ellas a distancia a través del uso del teléfono, internet o el correo convencional, y fármacos que ayudan a combatir la acción farmacológica de la nicotina, como son la terapia sustitutiva de nicotina y el brupropion.
El doctor Sánchez Agudo aseguró que "existe una evidencia científica de que los tratamientos que hay actualmente en el mercado consiguen el doble de abstinencia que el placebo, son eficaces y útiles".
BALANCE POSITIVO DE LA LEY
Por otra parte, el especialista en tabaquismo del Hospital Carlos III hizo un balance positivo del primer mes de aplicación de la Ley Antitabaco que, a su juicio, se está acatando y ha sido bien acogida por la sociedad. "La gente cumple y trata de fumar en el exterior.
Quizás hay grupos que se ven perjudicados en sus intereses y manifiestan su disconformidad, pero el ciudadano en general lo está acatando muy bien", afirmó.
"El tabaquismo implica gran morbilidad y mortalidad, y un gran gasto sanitario, y no afecta sólo a fumadores sino también a no fumadores, pues el tabaquismo pasivo es causa de enfermedad. El supuesto debate sobre la libertad de fumar hay que condicionarlo siempre sobre algo que tiene preponderancia como el cuidado de la salud", agregó.
Asimismo, destacó que el precio del tabaco es el condicionante más importante para reducir el consumo, seguido de la accesibilidad, la publicidad y la facilidad para fumar, que es algo que limita la actual ley.
En cualquier caso, considera que la disminución del consumo habrá que valorarla cuando se cumpla un año de vigencia de la ley, porque la industria tabaquera tiene sus estrategias para mantener el negocio, aunque "en otros países con estas medidas disminuye el consumo de cigarrillos y aumenta la proporción de personas que deja de fumar", concluyó.