MADRID 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un 45% de los tenistas que juegan a diario y un 25% de los que lo hacen una o dos veces a la semana padecen epicondilitis, es decir, una lesión que produce dolor, dificultad o imposibilidad de realizar tareas tan cotidianas como sostener un vaso de agua, señaló el jefe del Servicio de Fisioterapia de la Clínica Armstrong Internacional de Madrid, Horacio Bobadilla. "Aunque también se da con frecuencia en actividades profesionales o rutinarias en las que se realizan movimientos repetitivos unidireccionales con la muñeca doblada hacia la zona dorsal y extendiendo el codo", puntualizó este experto.
Desde el centro madrileño se recomienda acudir a un profesional al menor síntoma "porque deben descartarse otros posibles factores desencadenantes como alteraciones reumáticas, pinzamiento de un nervio, existencia de un cuerpo libre en la articulación por traumatismos o procesos degenerativos propios del codo o problemas derivados de la columna cervical".
En este tipo de patología, los dolores, en un primer momento, pasan desapercibidos y no se les presta suficiente atención, la respuesta habitual es "ya dejará de doler", manifestó el doctor. "Cuando el dolor se agudiza y aparece una zona inflamada, aumenta la temperatura en esa zona y, finalmente, se produce impotencia funcional e incapacidad de realizar movimientos de extensión de la muñeca, codo, y no se puede mantener un peso en la mano, llega la preocupación y salta la alarma", continuó.
Por ello, este experto matizó que "la prevención es un excelente aliado" y enumeró algunas recomendaciones: una buena ejecución de los gestos, tanto deportivos como en el trabajo; evitar las técnicas de entrenamiento asimétricas (con un solo brazo); utilizar elementos de protección como fajas, que incluso llevan incorporadas un calentador o silicona; y tener en cuenta que tanto el hombro, como el tronco (espalda), el brazo, el codo y la muñeca deben tomar parte en cada golpe de raqueta, en la recepción de la pelota la muñeca siempre tiene que estar fija.
En cuanto al tratamiento, el primer paso es esperar la disminución del dolor y la inflamación en las primeras 48-72 horas aplicando hielo; tras ello, reposo activo. Hay que evitar realizar actividades que reproduzcan al dolor y trabajar el resto del cuerpo. En algunos casos, según el especialista, se puede continuar practicando tenis a partir de la primera semana, evitando los golpes que produzcan dolor.
Un segundo paso es el tratamiento con fisioterapia, empleando técnicas de masaje profundo, estiramientos, ejercicios selectivos de la zona dañada, empleo de electroterapia, ultrasonidos, etcétera. Finalmente, los procesos crónicos pueden llegar a ser quirúrgicos, sobre todo, "si no se cuenta con un buen diagnóstico y un correcto tratamiento a tiempo", concluyó Bobadilla.