Unos 40.000 adolescentes suspenden y tienen problemas de conducta por fumar 'porros' de forma habitual, según un estudio

Actualizado: miércoles, 21 octubre 2009 15:39

Unos 440.000 jóvenes entre 14 y 18 años lo consumen con frecuencia

MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

Unos 40.000 adolescentes españoles entre los 14 y 18 años, un 2,2 por ciento de esta población, podría estar realizando un 'consumo problemático' de cannabis, es decir, un consumo tan frecuente como para generar pérdida de memoria y capacidad de concentración, lo que se traducirían en fracaso escolar, y problemas de conducta, como agresividad, apatía, disminución del apetito o problemas para dormir.

Es una de las conclusiones que destaca 'Cannabis II', el segundo informe sobre esta droga que realiza en tres años --el primero data de 2006-- la Delegación del Plan Nacional sobre Drogas, que fue presentado hoy en Madrid por la delegada de este plan, Carmen Moya, y la experta en adicciones Amparo Sánchez, durante la inauguración del VI Seminario de Formación sobre el Cannabis, que concluye mañana.

Según explicó Moya, quien reveló que fue precisamente este consumo el que motivó la realización de este nuevo trabajo sobre el cannabis, "cuando hablamos de consumo problemático, estamos hablando de aquel consumo que ya está manifestándose con irritabilidad, fracaso escolar y necesidad de consumir para poder desarrollarse habitualmente".

"La revisión de los últimos estudios consolidan lo que ya sabíamos, que el consumo de cannabis produce alteraciones del sistema nervioso central; déficit en la memoria, la atención y la capacidad psicomotora y que está directamente relacionado con el fracaso escolar", indicó la delegada, quien apuntó también que los 'porros' "puede producir otros trastornos mentales, como la psicosis".

Según destaca este documento, el cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida en el mundo. En España, el 35 por ciento de los jóvenes de 14 a 18 años ha fumado 'porros' alguna vez en su vida; un 30 por ciento en el año y un 20 por ciento en los últimos 30 días.

LOS JÓVENES, CONSUMO AÚN "MUY ELEVADO"

A pesar de que estos porcentajes siguen siendo "muy elevados", según Moya, representan un descenso de 7, 6 y 5 puntos, respectivamente, desde 2004 para estas frecuencias de consumo.

Para Moya, el hecho de que se haya "quebrado la tendencia creciente" de consumo de cannabis en España demuestra que las políticas emprendidas "hace años" logran "resultados alentadores".

No obstante, los 'porros' siguen siendo una preocupación para el Gobierno, no sólo como 'puerta de entrada' al consumo de otras sustancias --el 98% de los escolares que fumaron 'porros' en los últimos 12 meses también bebieron alcohol, casi el 80% también tabaco y un 11 por ciento cocaína--, sino porque la precocidad de inicio de su consumo (14,5 años) agrava los daños que produce en los jóvenes.

En concreto, según la experta en adicciones, entre un 7 y un 10 por ciento de las personas que han probado alguna vez cannabis tienen riesgo de desarrollar un trastorno de dependencia. Tomado a diario y durante periodos prologados --el 3,2% de los adolescentes españoles lo consume cada día-- genera "daños severos en el tejido cerebral", afectando a la capacidad de concentración y la memoria a corto plazo.

MENOS TÍTULOS, MÁS ACCIDENTES DE TRÁFICO

Así, según Sánchez, no es extraño que sólo un 2 por ciento de los estudiantes que consumieron cannabis en su vida consigan un título universitario frente al 30 por ciento de aquellos que nunca consumieron. Tampoco que tengan más accidentes, ya que fumar 'porros' antes de conducir "multiplica por tres" el riesgo de acabar en el hospital.

Además, en los adultos, el cannabis produce taquicardias y puede causar problemas de infertilidad tanto en mujeres como en hombres. Además, en estos últimos incrementa en un 70 por ciento el riesgo de desarrollar un cáncer de testículo.

Asimismo, puede dar lugar a trastornos mentales, como la ansiedad o los cuadros depresivos, y eleva el riesgo de padecer psicosis. Según apuntó Sánchez. "El 13 por ciento de los pacientes con esquizofrenia se podrían haber evitado sin el consumo de cannabis".