El 40% de los pacientes trasplantados que vive más de 20 años desarrolla un cáncer

XI Aula De Trasplantes De Órganos Sólidos (ATOS
CEDIDA
Actualizado: viernes, 20 mayo 2011 16:42

El 20% de pacientes trasplantados muere de cáncer 10 años después de la operación


MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El 40 por ciento de los pacientes trasplantados desarrollará un tumor 20 años después de someterse a esta intervención, la mitad de ellos un cáncer de piel --relacionado con la exposición solar--, pero también otros menos frecuentes en la población general, como los linfomas o los sarcomas de Kaposi, la mayoría surgidos a causa del uso de los fármacos tradicionales para la inmunosupresión.

Así lo han señalado Valentín Cuevas-Mons, jefe del Servicio de Medicina Interna y de la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid y director de la cátedra de UAM de Trasplantes, en el XI Aula de Trasplantes de Órganos Sólidos (ATOS), en la que participan 100 médicos españoles.

"El riesgo de desarrollar cáncer de estos pacientes es entre dos y cuatro veces mayor que el de la población no trasplantada", señala este experto, quien advierte de que el cáncer "suele ser más agresivo en estos pacientes" y de que las posibilidades de desarrollar un tumor en ellos aumentan con el tiempo.

"Si el riesgo al año es de un 4 por ciento, a los cinco años es un 14, a los 10 años es de un 28 por ciento y a los 20 años más del 40 por ciento", asegura.

Según Cuevas-Mons, los pacientes trasplantados no suelen desarrollar los cánceres frecuentes en la población general. Desarrollan tumores cuya aparición está vinculada con el uso de los tradicionales fármacos para la inmunosupresión --como la ciclosporina, un fármaco inhibidor de la calcineurina--, pero también con otros factores de riesgo, como la exposición solar, el alcohol o el tabaco.

EL CÁNCER MÁS FRECUENTE EN TRASPLANTADOS DE CORAZÓN

El más frecuente en los pacientes trasplantados en general es el cáncer de piel, seguido de los linfomas y el sarcoma de Kaposi. Después aparece con más frecuencia los cánceres de pulmón, circunstancia relacionada con el hecho de que estos pacientes suelen tener un historial de tabaquismo. La frecuencia con que aparezcan el resto de tumores depende de la enfermedad por la que se realizó el trasplante.

Según el doctor Nicolás Manito, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital de Bellvitge de Barcelona, uno de cada tres pacientes trasplantados de corazón desarrollará un cáncer. En ellos, precisa, "el tumor sólido más frecuente es el cáncer de pulmón, porque esta población suele haber fumado, pero sobre todo acaban por desarrollar cáncer de piel y linfomas, en el 10 por ciento de casos".

Estos tumores suelen tener mal pronóstico, con una supervivencia a los 10 años de tan sólo un 25 por ciento. No en vano, según este experto, "el cáncer es la tercera causa de muerte en los pacientes con un trasplante cardíaco". "En general --dice--, a partir de los 10 años el 20 por ciento de los pacientes trasplantados mueren a causa de un cáncer".

NUEVOS Y MEJORADOS FÁRMACOS INMUNOSUPRESORES

Para Josep María Campistol, director del Instituto Técnico de Nefrología y Urología del Hospital Clinic de Barcelona, reducir la mortalidad por cáncer de piel en trasplantados pasa por que se protejan del sol. La mortalidad por cánceres relacionados con los fármacos inmunosupresores se podría rebajar con el uso de los nuevos fármacos inmunosupresores inhibidores del mTOR: sirolimus y everolimus.

Según Campistol, estos fármacos tienen efectos antivirales y además previenen el crecimiento de tumores y su metástasis bloqueando la angiogénesis o desarrollo de la estructura vascular que permite el desarrollo del cáncer.

En la actualidad se utilizan como segunda opción de tratamiento y están indicados sobre todo para los pacientes trasplantados de mayor riesgo, es decir, los que han tenido antes un cáncer, aquellos con antecedentes familiares o en los que presenten una infección viral que pudiera favorecer la aparición de un tumor.

Sin embargo, según el doctor Campistol, utilizar sirolimus y everolimus después de la primera fase del trasplante como método profiláctico "podría reducir la incidencia de tumores un 50 por ciento". Además, no aumentaría los costes del tratamiento, ya que tiene un precio similar a los actuales inmunosupresores, y sólo algunos problemas de tolerancia --como anemias o aumento del colesterol-- por los que sólo el 19 por ciento de estos pacientes han abandonado este tratamiento.

"Hay un estudio de más de 800 trasplantados renales que, a los tres años del trasplante, se pasa un grupo a inhibidores de mTOR y otros se mantienen con inhibidores de la calcinourina, y la reducción incidencia de cáncer es aproximadamente de un 60 por ciento", ha señalado este experto, quien avanza que, en dos años, se tendrán los primeros datos de un estudio con trasplantados hepáticos que podría aclarar si los inhibidores del mTOR tienen efecto preventivo.