BRUSELAS, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Comité Permanente de la Cadena Alimentaria, donde están representados expertos de los 27 Estados miembros, respaldaron ayer "reforzar las medidas de control" en Reino Unido después de que el país experimentara un nuevo brote de gripe aviar en pavos, el segundo en las últimas semanas, confirmado en una localidad fronteriza entre las regiones de Norfolk y Suffolk.
Según explicó Bruselas, las autoridades británicas informaron al Ejecutivo comunitario de que habían confirmado la aparición de "un virus altamente patógeno" en otra granja situada dentro de la zona de protección establecida tras el anterior brote de gripe aviar detectado la semana pasada.
La nueva granja, propiedad de la misma compañía que la explotación afectada la semana pasada, ha sido identificada como "peligrosa" y sus 9.000 pavos han sido sacrificados. También se están llevando a cabo investigaciones epidemiológicas para determinar el origen del foco.
De acuerdo con la decisión adoptada este martes, se expandirán "ligeramente" para incluir a la nueva granja afectada las zonas de protección, de 3 kilómetros a la redonda del primer foco; y de vigilancia, de 10 kilómetros a la redonda.
En ambas zonas, de protección y vigilancia, se han reforzado las medidas de bioseguridad, mientras las autoridades británicas están tratando de garantizar que todos los granjeros y propietarios de aves de corral están al corriente de los procedimientos que hay que adoptar para contener la extensión del nuevo foco.
