MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una de cada cuatro personas mayores de 65 años podría desarrollar dependencia, informó hoy Leocadio Rodríguez Mañas, geriatra del Hospital de Getafe y miembro de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG). Agregó que la incidencia aumenta al 50% en las personas de más de 80 años.
Para los expertos la solución se encuentra en la prevención, donde la nutrición y el ejercicio juegan un papel fundamental para evitar la aparición de esta patología.
"La fragilidad de un individuo está relacionada en gran medida a la pérdida de su masa muscular, por esta razón es fundamental promover ya desde la edad adulta la adopción de hábitos alimentarios adecuados y de ejercicio físico", aconsejó Mañas.
Entre las sugerencias del especialista, agregó que caminar unos 45 minutos favorece el mantenimiento de la masa muscular, pero que en general tanto el ejercicio aeróbico como el anaeróbico, reportan beneficios.
En la actualidad, reconoció Mañas, el 80% de las incapacidades están relacionadas con la fragilidad, que representa la vulnerabilidad de una persona al desarrollo de dependencia. La idea es que con ejercicio y alimentación la cifra se pueda reducir. Pero agregó, que también se tendrá la ayuda de la tecnología.
LA CRONOBIOLOGÍA
Esta especialidad "estudia los ritmos biológicos, sus alteraciones y los mecanismos que los regulan", explicó Juan Antonio Madrid, del Departamento de Fisiología de la Universidad de Murcia.
Para explicar el concepto, Madrid expuso que si una persona mantuviera turnos de trabajo rotatorios durante una buena parte de su vida, envejecería de forma más acelerada debido a que se estaría alterado continuamente la estabilidad de sus ritmos biológicos, como el ciclo de vigilia-sueño.
El especialista Madrid reconoció sin embargo, que a esta especialidad aún le falta más por investigar, pero reveló que con lo conocido se ha podido establecer que es recomendable la exposición diaria a la luz del día, realizar ejercicio físico, intentando que sea preferentemente por la tarde y si es posible en lugares exteriores, y que los horarios de comida sean también regulares, evitando las cenas abundantes y próximas al momento de dormir.
