MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 25 por ciento de los efectos adversos relacionados con la asistencia sanitaria tienen que ver con un uso inadecuado o deficiencias en el mantenimiento y asistencia técnica de los productos sanitarios, según han asegurado diversos expertos en la jornada 'Seguridad de pacientes y usuarios en la gestión de tecnología sanitaria', organizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM) y la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
Y es que, las consecuencias de las malas 'praxis' en el mantenimiento de productos sanitarios son "enormes" y ponen en riesgo la seguridad de los pacientes y usuarios. De hecho, cualquier irregularidad o deficiencia en la reparación y mantenimiento de dispositivos como los rayos X o los ecógrafos tienen "serias repercusiones" en los pacientes y profesionales que los utilizan.
Además, según el Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la hospitalización (ENEAS 2006), el 31,4 por ciento de los efectos adversos, incluidos los relacionados con errores en la medicación e infecciones nosocomiales, tuvieron como consecuencia un incremento de la estancia hospitalaria en más de 4 días, y en un 24,4 por ciento condicionó el ingreso.
"Las deficiencias observadas en los procesos de mantenimiento no deben ni deberían frenar los resultados en salud y la calidad de vida de los pacientes, tras los que se encuentran la innovación y el desarrollo de dispositivos más novedosos y precisos por parte de las empresas de tecnología sanitaria. Su responsabilidad con la sociedad no finaliza tras la venta y puesta en marcha de los de equipos sino también con un correcto mantenimiento de los mismos, de ahí que desde Fenin se estén buscando soluciones que garanticen la seguridad de pacientes y profesionales sanitarios", ha comentado la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel.
Por su parte, el vocal de la comisión de ingeniería médica y sanitaria del COIIM y subdirector de Gestión Servicios Técnicos de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real, Andrés Gómez, ha recordado que, por la "elevada" complejidad tecnológica de la electromedicina así como su impacto en la seguridad de usuarios y pacientes, es necesario que su mantenimiento sea efectuado por personal con cualificación específica que siga los protocolos del fabricante y, además, emplee piezas originales cuya validez ha quedado demostrada en la evaluación de la conformidad realizada en el proceso de certificación para el marcado CE.