MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 25 por ciento de los niños en edad escolar sufre algún problema de visión sin diagnosticar y alrededor del 30 por ciento del fracaso escolar está relacionado con anomalías visuales, según los datos hechos públicos hoy por el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas.
Los expertos sugieren a los padres que consulten con óptico-optometristas si ven que sus hijos presentan alguno de los siguientes síntomas: desvío de un ojo, picor, escozor o lagrimeo, visión borrosa, posturas forzadas, dolores de cabeza, frote de ojos, fatiga visual, mala visión de lejos, falta de comprensión o parpadeo frecuente.
Mientras que los menores leen hay que fijarse si invierten letras o sílabas, producen un movimiento de cabeza, tienen visión doble, omiten o añaden palabras, cierran los ojos, saltan de renglón, tuercen la cabeza, se pierden entre líneas, mezclan sílabas o tienen una baja comprensión de la lectura para su edad.
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas advierte de que las anomalías visuales --o ametropías--, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, no se curan; son simples defectos funcionales de la visión, por lo que su incidencia no sólo no disminuye sino que se ve acrecentada por el progresivo aumento de la escolarización en los países desarrollados y su detección más temprana.
"Es muy importante que tomemos conciencia, tanto profesionales, como padres y educadores, de la necesidad de una detección precoz de las deficiencias visuales, en beneficio de una disminución de las estadísticas que señalan cifras de bajo rendimiento e incluso fracaso escolar", señaló el decano del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España, Juan Carlos Martínez Moral.
Puesto que el niño cree que todas las personas que le rodean ven igual que él y si no ve bien, posiblemente no se quejará, por no saber que tiene un problema de visión, "de los padres y profesores depende el reconocer si un niño sufre algún tipo de anomalía refractiva --miopía, hipermetropía y astigmatismo--, o un problema más grave como ambliopía, comúnmente denominada 'ojo vago', que le impide desarrollar sus actividades escolares de una manera eficaz", añade Martínez.