MADRID 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una mala relación motiva el 23 por ciento de las peticiones de cambio de médico según revela el estudio '¿Por qué cambiamos de médico?, que ha evaluado los motivos que esgrimen los ciudadanos para solicitar el cambio de facultativo. La investigación se presentó en junio en el último Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
"Cuando se da esta mala relación no tiene sentido mantenerla porque el paciente no contará sus intimidades y el facultativo, si siente que no se confía en él, tampoco tratará de profundizar en nada, con lo cual las dos partes están perdiendo el tiempo; por eso, favorecer el cambio es lo mejor para todos", explica uno de los autores del estudio, el doctor Miguel Sarlat.
Junto a esa mala relación, la escasa proximidad y el horario laboral conforman el grueso de argumentos que esgrimen los pacientes cuando deben dejar por escrito los motivos que les han llevado a solicitar un cambio de médico. Concretamente las razones alegadas son, en primer lugar, los problemas de proximidad al domicilio, en 32 por ciento de los casos, seguido de una relación poco satisfactoria con un 23 por ciento, el horario laboral, con un 22 por ciento y la agrupación familiar con casi un 5 por ciento.
El perfil de aquel que quiere cambiar de facultativo -y que además decide hacerlo- responde al de una mujer, en cerca del 60 por ciento de los casos, con una edad media de 42 años. Estos pacientes hacen una media de seis visitas al año y permanecen en el cupo del médico poco más de dos años hasta producirse el cambio.
LOS MÉDICOS NO ESTÁN ATENTOS A LOS CAMBIOS
Sarlat aclara que "los médicos no suelen estar pendientes de si los pacientes piden o no un cambio y ni del motivo que hay detrás". El doctor asegura que se enteran si van acompañados, como sucede a veces, por una hoja de reclamaciones del usuario a la que el profesional debe contestar.
Ante esta situación, "cada facultativo reacciona de manera diferente: hay quien las revisa y quién no, pero desde luego, si quiere, puede mirar la solicitud para conocer la razón esgrimida para cambiar", explica Sarlat, quien se manifesta partidario de saberla porque dicha indagación la ve como "una herramienta de autocrítica y oportunidad de mejora en la relación médico-paciente".
En cualquier caso, no cree el doctor Sarlat que el cambio deba obsesionar al profesional. "En cada cupo hay unos 2000 pacientes asignados con otras tantas maneras de pensar y reflexionar por lo que aunque todo el mundo sea más o menos razonable siempre habrá faltas de entendimiento bilateral y en muchos casos sin que haya de por medio conflictos reales", asegura.
Según el estudio, el 97 por ciento de las solicitudes de cambio fue aceptada y el resto no se dio porque, por lo general, se exige un periodo de 6 meses o un año con el facultativo antes de realizar cambio.