Unos 200.000 afectados por espondilitis anquilosante en España

Actualizado: jueves, 9 septiembre 2010 19:42

MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

La espondilitis anquilosante afecta a unas 200.000 personas en España principalmente a gente joven entre 17 y 35 años, siendo más frecuente en hombres (2 de cada 3 casos), según ha explicado el presidente de la Asociación Provincial de Espondilitis Anquilosante y otras Espondiloartropatías de Ciudad Real (AEACR), José Antonio Cabanillas, que ha organizado en Puertollano (Ciudad Real) las III Jornadas Nacionales de Convivencia de Enfermos de Espondilitis Anquilosante.

Durante la celebración de estas jornadas, los afectados pedirán la adopción de medidas que favorezcan la detección precoz de esta patología altamente discapacitante, que se manifiesta en brotes dolorosos y una limitación de la movilidad de las articulaciones afectadas, principalmente columna lumbar y cervical y caderas.

"Si no se diagnostica a tiempo puede llegar a soldar las articulaciones afectadas y, con el paso de los años, los enfermos van adquiriendo una silueta muy característica con el cuello y los hombros rígidos y echados hacia adelante y sin capacidad para mover la cintura", ha explicado Cabanillas.

El presidente de la asociación considera como prioritario "la incorporación de más reumatólogos y la mejor formación de los médicos de Atención Primaria en esta enfermedad".

"Hay enfermos que pasan años sin saber exactamente qué es lo que tienen, especialmente en las zonas rurales, y cuando llegan a un gran hospital ya es demasiado tarde", ha subrayado.

Además, ha añadido que "uno de los peores aspectos de la enfermedad es el dolor, presente en todos los brotes, que nos obliga a estar de baja a veces durante mucho tiempo". En este sentido, ha lamentado que "esto no suele ser comprendido en las empresas y muchos afectados tienen dificultades para mantener su puesto de trabajo".

La doctora María del Carmen Castro Villegas, del servicio de Reumatología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y una de las especialistas que participan en las jornadas, atribuye la dificultad del diagnóstico a "la inespecificidad de los síntomas --principalmente dolor de espalda-- que hace que tanto el paciente como el propio médico le resten importancia en las fases iniciales de la enfermedad".

"La rapidez en la detección es fundamental puesto que los diez primeros años de evolución son determinantes en las secuelas que sufrirá el enfermo a largo plazo y máxime cuando disponemos de armas terapeúticas específicas para el control de la enfermedad como la terapia biológica que ha demostrado mayor efectividad en las fases iniciales de la enfermedad", ha asegurado.

Asimismo, desde las asociaciones de pacientes también se demanda mayor acceso a la rehabilitación, fisioterapia y el ejercicio físico, clave en la evolución de la enfermedad.