MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
A la hora de meterse en el quirófano por razones estéticas, el 20 por ciento de los pacientes opta por las intervenciones combinadas, que les permiten retocar dos o más partes de su cuerpo en una misma operación, según indica el jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética del Hospital de la Zarzuela, Ángel Juárez Cordero.
"Es bastante frecuente que las cirugías se hagan combinadas", asegura Juárez, que pone como ejemplo una cirugía de oreja, de una duración aproximada de 45 minutos, con una de mama, de una duración de hora media. Además, en este caso, se podría combinar también el tipo de sedación y "aplicar una anestesia local y después una general".
A la hora de elegir entre las posibles combinaciones, se toman en cuenta una serie de parámetros. En primer lugar, el paciente debe "estar sano", ya que la cirugía estética "es electiva" y se hace porque "hay algo que se quiere mejorar". En caso de no estar completamente sano, "en algunos casos, se puede plantear una operación estética, pero nunca una intervención combinada", afirma Juárez en declaraciones a Europa Press.
Por tanto, antes de practicar la cirugía se evalúa la salud del paciente a nivel físico y psicológico. Después, a la hora de elegir las posibles zonas a combinar se opta, o bien "por campos quirúrgicos cercanos", o por "la asociación de cirugías de distintas zonas siempre que no supere, en exceso, el tiempo quirúrgico".
Así, en el primer caso se podría asociar una abdominoplastia (cirugía de reparación del abdomen) con una liposucción, o una abdominoplastia con una mamoplastia, o un 'lifting' con una blefaroplastia (que consiste en quitar las bolsas de los ojos).
Por su parte, en la segunda opción la tónica suele ser combinar una cirugía más compleja con una operación de menor dificultad. A este respecto, se puede unir una mamoplastia con una rinoplastia (para corregir la giba ósea o las desviaciones de nariz) o una mamoplastia con una otoplastia (para corregir las posibles irregularidades de las orejas).
¿DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE?
"Hay pacientes que por pedir...", bromea Juárez, que asegura que "técnicamente se puede hacer cualquier cosa, pero que en todo momento prima la seguridad del paciente". Así, con la expresión que "no supere, en exceso, el tiempo quirúrgico" este experto se refiere a que "no se deben alargar la operación más de 4 horas".
"Una cirugía de una hora y media es una cirugía corta, hasta las tres horas se considera moderada y si supera las cinco horas los riesgos se disparan", detalla Juárez, quien recuerda que "la cantidad de anestesia va asociada y es directamente proporcional al número de horas de operación".
Aún así, lo "más habitual" en este tipo de intervenciones es combinar sedaciones. En este sentido, el jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética del Hospital de la Zarzuela pone como ejemplo la combinación de anestesia raquídea, que es "similar a la epidural, para los muslos con una anestesia general para mamas.
Respecto al postoperatorio de estos pacientes, el experto reconoce que, por afectar a varias zonas, "puede cursar con algo más de inflamación o dolor", pero, en cualquier caso su "recuperación está condicionado por la cirugía más importante"; es decir, en el caso del ejemplo anterior, la de mama.
RECUPERAR LA FIGURA TRAS EL SOBREPESO
Uno de los perfiles de pacientes que optan por la intervención estética combinada son los que se han sometido a una reducción de estómago y han entrado en un proceso de adelgazamiento. "Estos pacientes quieren recuperar su figura y demandan mucho la intervención combinada".
En este caso concreto, Juárez concreta que lo más común, en caso de que se quiera retocar varias zonas del cuerpo, es empezar en una primera fase por mejorar mamas y abdomen. Después se sigue por muslos y brazos y, finalmente, se termina con la cara, que "generalmente tiende a descolgarse".