SEVILLA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Dos de cada diez jóvenes adolescentes, en su mayoría chicas, presentan riesgos de padecer anorexia y bulimia nerviosa, según apuntó hoy que el director de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto de Ciencias de la Conducta de Sevilla, Ignacio Jáuregui, quien advirtió, además, de la presencia de otros alteraciones incipientes como la ortorexia, la vigorexia o la adicción a las dietas.
Este experto, quien precisamente hoy presentó en el Colegio de Farmacéuticos su libro 'La cárcel del cuerpo, guía útil para conocer los trastornos alimentarios', concretó, con todo, que el porcentaje de jóvenes que padecen alguno de estos dos trastornos --anorexia o bulimia nerviosa-- "se sitúa entre el 4 y el 5 por ciento de la población joven, con edades comprendidas entre los 13 y los 25 años".
En cuanto a una casuística concreta del número de casos, Jáuregui señaló, en declaraciones a Europa Press, que en la actualidad "no existe ningún estudio epidemiológico al efecto", por lo que aclaró que los porcentajes de afectados por estos trastornos, "que son extrapolables a nivel nacional, nacen de las tesis doctorales de autores como el doctor Pedro Ruiz Lázaro, del Hospital Clínico de Zaragoza".
En cuanto al perfil tipo o población diana que padece estos dos principales trastornos de la conducta alimentaria, director de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Sevilla sostuvo que coincide, "entre un 90 a un 95 por ciento de los casos analizados en consulta, con el de chicas adolescentes de entre 13 a 25 años".
Respecto al cohorte de edad en el que se concentran un mayor número de estos casos, detalló que "es precisamente en la población de 13 a 25 años --sumando tanto los casos de chicas como de chicos-- donde se concentra el 70 por ciento del total de ese 4 a 5 por ciento de casos registrados en consulta por estos trastornos".
Aún con todo, dicho especialista aludió a la existencia de otro porcentajes de casos con cuadros de anorexia o bulimia de 'inicio tardío', es decir, "aquellos que aparecen en la persona a partir de los 35 años". Junto a ello, se refirió a otro conjunto de casos que, "pese a que no están considerados aún por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como trastornos de la conducta alimentaria, no dejan de ser alteraciones incipientes en la alimentación".
"Nos referimos a alteraciones como la ortorexia, la vigorexia o la adicción a las dietas", continuó este experto, quien sostuvo que "aunque es cierto que estos casos son aún rarezas en la consulta, ello no significa que lo sean en la calle".
"OBSESIÓN POR COMER SANO"
Al hilo de ello, Jáuregui explicó a Europa Press que la ortodexia en estas personas se manifiesta como "la obsesión por comer sano, cocinar en recipientes especiales y a base de productos que no tengan ni conservantes ni estabilizantes". Esta conducta, que, a priori, no supone una alteración de la conducta alimentaria, "genera en estas personas situaciones como no salir a cenar con su pareja o amigos, ya que entienden que los alimentos no estarán cocinados como ellos quieren", afirmó.
En cuanto a su segundo libro, 'La cárcel del cuerpo, Guía útil para conocer los trastornos alimentarios', apuntó que "está especialmente dirigido a pacientes y familiares, profesionales farmacéuticos y orientadores", ya que, según aclaró, el primero de sus manuales, 'La imagen de una sociedad enferma', "se dirigió más a los profesionales sanitarios".
