MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Se estima que hasta uno de cada cinco heridas que se producen en España no reciben tratamiento adecuado, ya sea por desconocimiento o falta de medios, sobre todo en aquellos casos de apariencia leve que tienen lugar en el entorno doméstico, según las conclusiones del Congreso Nacional de Heridas y Cicatrización, celebrado en Madrid.
Los expertos en la materia aseguran que existen muchas "falsas creencias" en torno a la cura de cortes, contusiones, quemaduras o úlceras que propician un cuidado inadecuado que puede "dar lugar no sólo a cicatrices que podían haberse evitado, sino incluso a determinadas disfunciones anatómicas (pérdida de movilidad, etc.)".
En este sentido, recuerdan que todas las heridas precisan de atención de la posible hemorragia, el dolor y un tratamiento local que favorezca la cicatrización, de tal forma que "incluso las de menor gravedad deben ser consideradas, aunque sea a menor escala".
El modo de atenderlo puede ser por primera intención --cierre de la herida con sutura-- o por segunda intención --curas locales--. Este último procedimiento es más largo en el tiempo y habitualmente produce un peor resultado funcional y estético, por lo que generalmente sólo se realiza cuando no es posible el cierre mediante sutura.
Otro de los errores "más comunes" cuando se produce una herida es pensar que no hace falta lavarla, ya que el principal componente del cuerpo humano es el agua, y es por ello que la humedad en su justa medida ayuda a la cicatrización, además de impedir que se produzca una posible infección.
"Es bueno lavar las heridas con jabón de sosa", recuerdan los expertos, que recuerdan que el jabón lavavajillas es "un mal producto para la herida", ya que no solo altera el medio necesario para la cicatrización, sino que altera la flora habitual de la piel, muy necesaria para mantener el medio ácido de la piel que nos protege de las infecciones.
NO DEBEN DEJARSE AL AIRE
En el congreso también han rechazado la creencia de que hay que dejar que se forme costra, que las heridas se curan sólo una vez en semana, o que deben dejarse al aire. Para cicatrizar correctamente una herida, según explican, debe mantenerse inmovilizada durante dos o tres días, y para ello necesita estar cubierta por un vendaje adecuado.
"Estos apósitos cumplen además una segunda función, la de proteger la herida frente agresiones externas que pudieran provocar infecciones o afectar a la cicatrización", aseguran.
Además, los organizadores de este encuentro recuerdan que cada herida tiene una especial prevalencia en algún grupo concreto de población, de modo que los niños son muy propensos a sufrir golpes por sus juegos o accidentes domésticos, mientras que enfermos y ancianos que se ven obligados a permanecer mucho tiempo en cama también son muy proclives, por ejemplo, a padecer heridas crónicas por la presión de su cuerpo sobre una misma superficie durante largos periodos.
Por este motivo, aconsejan que quienes convivan con personas pertenecientes a grupos de riesgo estén familiarizados con el tratamiento básico de las heridas y, sobre todo, no caigan en estos falsos mitos, ya que "pueden complicar el proceso de curación".