MADRID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) el 17 por ciento de los trabajadores españoles manipula sustancias o preparados nocivos en su puesto laboral. Varios factores tóxicos se han relacionado con un mayor riesgo de padecer dolencias neurológicas como el Parkinson o el Alzheimer.
A nivel europeo los datos no son más halagüeños, ya que los trabajadores del viejo continente manipulan en su empleo más de 100.000 sustancias potencialmente neurotóxicas, de las que sólo 1.000 han sido estudiadas. Los datos de mortalidad en Europa por exposición a sustancias químicas peligrosas "son muy superiores a los de fallecidos por accidentes de trabajo", ejemplifican.
Además, el 22 por ciento de los ciudadanos inhalan humos o vapores nocivos "durante, al menos, una cuarta parte de su vida laboral". Esta es la vía de absorción de sustancias neurotóxicas más frecuente entre los trabajadores.
Entre los profesionales más expuestos a estas sustancias dañinas para la salud se encuentran los empleados del sector sanitario, del de mantenimiento, del agrario y del industrial. Estos utilizan "mezclas de diversas sustancias, que acentúan el desconocimiento de la potencial neurotoxicidad" de éstas, explican desde la SEN.
LA EXPOSICIÓN PROLONGADA PROVOCA EFECTOS IRREVERSIBLES
Al principio de la exposición, los trabajadores "pueden sufrir cefaleas, mareos u otro tipo de efectos reversibles". Sin embargo, a medida que aumenta la permanencia en el puesto laboral, "se pueden generar alteraciones neurológicas o incluso producir alteraciones morfológicas irreversibles", aseguran los representantes del gremio de neurólogos.
Para el coordinador del grupo de estudio de Neurología del Trabajo de la SEN, el doctor Félix Viñuela Fernández "los disolventes pueden ocasionar síntomas neuropsiquiátricos o incluso daño neuronal y la exposición a metales participa en la formación de placas seniles y en la muerte neuronal". A su juicio, "la mayor parte de las sustancias neurotóxicas afectan a los procesos celulares".
Por todo ello, Viñuela Fernández hace un llamamiento a la seguridad laboral, que "es fundamental para incrementar la competitividad y la productividad empresarial, y contribuir a la viabilidad de los sistemas de protección social".