LONDRES, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 137 millones de personas en 70 países del mundo están consumiendo sin saberlo agua potable con elevados niveles de arsénico, una sustancia que puede causarles graves problemas de salud, según denunció el profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Cambridge Peter Ravenscroft, durante su participación el miércoles en la conferencia anual de la Royal Geographical Society, celebrada en Londres.
Haciendo referencia a los datos recogidos en la investigación realizada por el investigador Allan Smith de la Universidad de California, en Berkeley, Ravenscroft señaló que el país más afectado por este consumo irregular es Bangladesh, donde cientos de miles de personas al parecer mueren de cáncer de pulmón, de vesícula o de piel causado por el arsénico, una sustancia inodora e insípida que llega a contaminar las reservas de agua de los depósitos naturales de la tierra o de las prácticas realizadas en la agricultura o la industria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija como límite sanitario de arsénico en agua de 10 partes por 1.000 millones. Sin embargo, unas 137 millones de personas beben agua con niveles mucho más altos, incluso unos 57 millones toman agua con residuos de esta sustancia que superan las 50 partes por cada 1.000 millones, según la investigación a la que hizo referencia el investigador.
Los riesgos para la salud que generan las aguas con residuos de arsénico "exceden a cualquier otro tipo de agua contaminada", según la investigación elaborada por Smith, quien asegura que son muchos los países del mundo que tienen fuentes de agua contaminada con altos niveles de arsénico pero que sólo ahora "estamos comenzando a darnos cuenta de la magnitud del problema".
"Se trata de la contaminación más peligrosa de agua potable y la que más riesgos para la salud genera a largo plazo, tenemos que hacer análisis a todas las fuentes de agua de todo el mundo lo antes posible", alertó el investigador.
Además de Ravenscroft, otros participantes en la conferencia de la Royal Geographical Society vaticinaron que la nueva contaminación por arsénico puede manifestarse como fenómeno grave en diversas partes del sur de Asia y en zonas de Sudamérica y Centroamérica, además de en muchas partes del continente africano.
Pero esto no es todo, ya que también en el norte de Reino Unido las autoridades sanitarias han encontrado arsénico en el agua potable. Sin embargo, según Ravenscroft, en este país no existen riesgos reales para la salud del ciudadano y que los test llevados a cabo por las compañías británicas de suministro de agua confirman que es seguro todavía beber agua en el país.