Santa Cruz de Tenerife, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Impulsividad, falta de atención e incapacidad para permanecer sentado o para concentrarse en una tarea. Son los síntomas comunes del llamado trastorno de déficit de atención (TDA), que en muchos casos suele ir acompañado de hiperactividad, y que afecta a entre el tres y el cinco por ciento de la población en edad escolar, o lo que es lo mismo, a unos 12.000 menores.
El TDA y la hiperactividad se han convertido en los problemas psicológicos que más afectan a la población infantil; el 50% de las consultas que reciben los expertos en psiquiatría y psicología infantil. Por esta razón, la detección y tratamiento de este tipo de trastornos es uno de los objetivos contemplados en el programa de Salud Infantil que ha puesto en marcha la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
El citado programa establece un protocolo específico para la detección del TDA y de la hiperactividad. Así, establece que en los controles periódicos de salud de los cuatro, seis, ocho y 11 años, el personal de las unidades de Atención Primaria debe informarse sobre cómo se comparta el niño en el colegio, si tiene problemas de aprendizaje, y si se encuentra a gusto en su centro escolar, entre otros aspectos.
Esta colaboración entre las unidades de Atención Primaria y los centros docentes contribuye a que el diagnóstico sea más certero, a descartar o confirmar la patología, o a conocer su grado y posibles complicaciones. Hasta un tercio de los niños con TDA e hiperactividad sufren otros trastornos como conducta desordenada, síndromes depresivos y trastornos por ansiedad.
El programa, que pretende ir más allá de la detección, El tratamiento se considera igual de importante. Una de las medidas adoptadas es el refuerzo de la red de atención a la salud mental para los más jóvenes. Así, cada una de las 19 unidades de salud mental de las que dispone la red del Servicio Canario de Salud contará con un especialista en salud infanto-juvenil, una mejora de la que ya dispone la unidad e Telde en Gran Canaria y el Puerto de la Cruz en Tenerife.
La reciente apertura del Hospital de Día Infanto-Juvenil ubicado en el Hospital Juan Carlos I de Gran Canaria también contribuye a mejorar el tratamiento de los menores afectados por TDA e hiperactividad, y se une al Hospital de Día Infanto-Juvenil de Tenerife. En ambas instalaciones, los niños cuentan con una unidad educativa para que durante el tiempo que reciben tratamiento no pierdan el curso de su formación.
Todavía no existe un modelo que permita explicar todas las alteraciones que se observan en los niños hiperactivos o que sufren déficit de atención. Pero sí hay datos que indican que existe una cierta influencia familiar, de forma que en muchos casos se encuentra un pariente directo con síntomas de hiperactividad. Se ha observado también que hay determinadas circunstancias que aumentan las probabilidades de sufrir este trastorno, como puede ser el hecho de nacer con bajo peso o de prematuramente.
El modelo educativo del entorno familiar y social también influyen, de ahí que una parte importante del tratamiento se fundamenta en la colaboración entre todos los estamentos implicados: familia, profesores, personal sanitario...El objetivo es establecer un programa de modificación de conducta personalizado para el niño y una serie de medidas de refuerzo (premios o castigos), así como técnicas para mejorar las habilidades del niño.
Existen, por otro lado, los tratamientos farmacológicos. Su utilización para controlar la hiperactividad infantil se viene haciendo desde hace más de 30 años en todo el mundo con altos porcentajes de éxito y sin apenas efectos secundarios. La combinación de fármacos y medidas conductuales se han revelado como el mejor tratamiento para combatir el TDA y la hiperactividad infantil.