MADRID 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 5.000.000 de españoles --un 11 por ciento de la población-- sufren el síndrome del ojo seco (SOS), un trastorno ocular que causa malestar, problemas visuales e inestabilidad de la película lagrimal con daño potencial en la superficie ocular.
"Factores como el aire acondicionado, que comienza a utilizarse más ahora en el verano, o la contaminación pueden influir en su aparición", según ha asegurado la catedrática de Oftalmología de la Universidad de Valladolid e investigadora del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) donde dirige el Grupo de Investigación en Superficie Ocular, Margarita Calonge.
Los principales síntomas de este trastorno son irritación, sensibilidad a luz, sequedad, dolor, sensación de arenilla, fatiga ocular, problemas para leer y sensación de quemazón. Se trata, por tanto, de una sintomatología que dificulta "muchas veces" la realización de actividades cotidianas y que puede provocar una "disminución de la productividad laboral, así como causar estrés.
De hecho, ha comentado la experta, se ha demostrado en algunos estudios que estos síntomas repercuten de manera importante en la función visual, el estilo de vida, el funcionamiento social y físico, la productividad laboral y la calidad de vida relacionada con la salud. "Los pacientes con SOS llegan a asemejar su calidad de vida a la de aquellos pacientes que tienen psoriasis", ha comentado.
Entre los diferentes tratamientos indicados para el síndrome de ojo seco, en primera línea se encuentran las lágrimas artificiales, que se administran de forma tópica y que actúan aliviando los síntomas más comunes. Éstas mejoran la irritación ocular y la visión borrosa, la sensibilidad al contraste visual y las manchas de la superficie ocular.
Asimismo, existen lágrimas artificiales que proporcionan un alivio profundo y duradero de los síntomas de ojo seco mientras que, al mismo tiempo, abordan la causa subyacente. "Es decir, cuando las lágrimas contienen solutos compatibles, que son unas moléculas como el eritritol y la L-carnitina que penetran más profundamente e hidratan las células epiteliales de la córnea, también están ayudando a protegerlas del desequilibrio osmótico causado por la película lagrimal hiperosmolar, lo que recibe el nombre de osmoprotección", ha explicado Calonge.
En opinión de esta especialista, los tratamientos que lubrican la superficie ocular y que además tienen propiedades osmoprotectoras ofrecen un gran confort a los pacientes con SOS7,8 y mejoran su calidad de vida. "Será también parte del papel del paciente el poder determinar las dosis y qué tratamiento le ofrece más ventajas", ha zanjado.
Por ello, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con esta patología, el IOBA y Allergan colaboran desde 2002 en un programa pionero centrado en la investigación de enfermedades inflamatorias de la superficie ocular, alergia y síndrome de ojo seco. El objetivo es la búsqueda de moléculas y la identificación de biomarcadores de actividad inflamatoria que puedan demostrar la eficacia de las terapias.