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MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 10 por ciento de los nuevos de contagio de VIH en España no se conoce cuál ha sido la vía de transmisión, según ha asegurado la académica de número de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), Carmen Maroto, con motivo de la celebración del Día Mundial del Sida, el próximo 1 de diciembre.
Los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, indican que en España, en el año 2011, se registraron 2.292 infectados nuevos con un mayor número de hombres (1.927) que de mujeres (364). Por tanto, y pese a los recursos invertidos y la "efectividad" del arsenal terapéutico, esta enfermedad sigue siendo una pandemia de "difícil control".
De hecho, en la actualidad, el VIH afecta a cerca de 33 millones de personas en todo el mundo y ha costado la vida a 25 millones. Por ello, los expertos señalan la importancia de reforzar el diagnóstico precoz, favorecer el acceso a los tratamientos antirretrovirales y la disponibilidad de una vacuna para prevenir el contagio.
"Desde la década de los años ochenta, el avance en el conocimiento de la infección y el desarrollo de terapias ha seguido un camino vertiginoso. Pero, aun así, sigue existiendo un elevado número de infectados", ha señalado Maroto.
Y es que, el sida se considera una enfermedad prioritaria por su rápida difusión, la variada patología que puede producir y por el enorme gasto que conlleva tanto su diagnóstico como tratamiento. Una de las grandes barreras para controlar la infección es la diversificación del virus.
"La capacidad de mutación del VIH hace muy difícil la preparación de vacunas eficaces, ya que la respuesta inmune inducida por antígenos virales no alcanza a proteger frente a la cantidad de variantes que circulan y que se producen continuamente cuando el virus se multiplica", ha comentado el académico de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC), Esteban Domingo.
En este sentido, y a pesar de las campañas de concienciación sobre las conductas de riesgo y los beneficios de la prueba del VIH, aún se producen muchos diagnósticos cuando la infección se encuentra en una fase avanzada, lo que se traduce, a juicio de Maroto, en "mayores dificultades" para obtener "buenos" resultados terapéuticos, en una mayor morbimortalidad y en una peor calidad de vida.
"Es necesario controlar ese número invisible de infectados y poder hacer diagnósticos tempranos con la finalidad de que, a partir de ellos, no existan nuevos casos. El reto, en este caso, es desarrollar nuevas técnicas ultrasensibles para mejorar el diagnóstico y ofrecer a los médicos datos seguros sobre el estadio real en que se encuentran sus pacientes", ha apostillado Maroto.