¿Qué son los relojes biológicos? ¿Cómo influyen en nuestro bienestar?

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Actualizado: domingo, 17 diciembre 2017 10:34

   MADRID, 17 Dic. (EDIZIONES) -

   ¿Te has dado cuenta, por ejemplo, de que muchas veces por la mañana te sientes alegre, mientras que tres horas después sientes una tristeza profunda sin que nada aparentemente haya cambiado en tu vida? ¿O que un texto lo leemos mejor a primera hora de la mañana que por la noche?

   El caso es que no somos los mismos de día que por la noche. Nuestro metabolismo cambia durante las 24 horas del día y por ejemplo, el azúcar sanguíneo, el colesterol total, el ritmo cardíaco, la tensión arterial, o incluso el peso corporal, medidos una única vez a lo largo del día, solamente captan una fotografía puntual de lo que sucede en nuestro organismo.

   "Una fotografía que muchas veces es insuficiente para diagnosticar una enfermedad o para determinar nuestro estado de salud. Ha sido solo recientemente cuando la medicina ha comenzado a ocuparse del estudio y conocimiento de los relojes de nuestra fisiología (cronobiología), y es todavía una quimera la aplicación de la cronobiología a la práctica clínica".

   Así lo subraya en una entrevista con Europa Press Marta Garaulet, una de las especialistas mundiales en cronobiología, que ha publicado 'Los relojes de tu vida' (Planeta), un manual con el que conocer qué son los ritmos biológicos de las personas y cómo mejorar nuestra salud y nuestro bienestar gracias a ellos.

   Precisamente, el lanzamiento de este libro coincidió con la concesión del Premio Nobel de Medicina a los investigadores Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, por su trabajo en torno a los mecanismos moleculares que regulan los ritmos circadianos, unas investigaciones que, según la también doctora en Farmacia y máster en Salud Pública por la Universidad de Harvard, han permitido conocer la existencia de un reloj biológico en los seres vivos.

   Pero, ¿qué son los ritmos biológicos y circadianos? La también nutricionista y catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia explica que todas las personas tenemos cambios biológicos a lo largo del día. "Los ritmos biológicos pueden ser anuales, estacionales como la menstruación, o pueden producirse dentro de un mismo día. A estos últimos se les llaman 'ritmos circadianos' y es importante conocerlos ya que nuestro organismo funciona de distintas maneras en función de la hora del día", señala.

¿DE QUÉ MANERA PUEDEN MEJORAR NUESTRA SALUD?

   Garaulet defiende que si se alteran los ritmos circadianos se tendrá una mayor predisposición a enfermar, ya que dichos ritmos pueden influir en los ciclos de sueño y vigilia, en la liberación de hormonas, en la temperatura corporal y en otras funciones importantes del cuerpo.

   "Unos ritmos circadianos anormales se han asociado con la obesidad, la diabetes, la depresión, el trastorno bipolar, con el trastorno afectivo estacional y con diversos trastornos del sueño, como por ejemplo el insomnio", avisa la especialista en nutrición, a la vez que sostiene que las personas que tienen alguna enfermedad crónica, como hipertensión, insomnio, o diabetes por ejemplo, pueden tener un mayor riesgo de recaídas y de empeoramiento de su enfermedad si se someten a cambios de horario que alteren sus ritmos.

   Aquí recuerda también que estudios recientes muestran "resultados tan sorprendentes" como que en un grupo de 420 personas que acuden a perder peso (la mitad hombres y la mitad mujeres), que comen lo mismo y gastan la misma energía, aquellas que comen antes de las tres de la tarde pierden hasta cuatro kilos más de peso que quienes comen después de esta hora.

   Eso sí, destaca que cada individuo no es igual a otro y que, independientemente de estos cambios circadianos que nos afectan a todos, no todas las personas somos iguales desde el punto de vista cronobiológico. "Por ejemplo, hay personas que son búhos, es decir, que por la noche se sienten pletóricas, y tienen fuerza y ganas de afrontar retos, mientras que otras son alondras, y solamente por la mañana se sienten capaces, por ejemplo, de jugar un partido de tenis, hacer un examen, o leer un texto complicado", apostilla Garaulet.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

   Con todo ello, para mejorar nuestra salud y nuestro bienestar, la experta defiende que conviene mantener un ritmo constante que tenga cambios a lo largo del día, y que además se repita a lo largo de las semanas, un término que ella denomina como 'constancia dinámica'.

   "Para tener una adecuada salud circadiana, tu cuerpo debe estar vivo, ser dinámico. Debe presentar cambios entre actividad y reposo, luz y oscuridad, ingesta y ayuno. Pero también es saludable que estos cambios se hagan todos los días y se conviertan en algo rutinario y estable, o dicho de otro modo, que sean constantes", subraya la especialista.

   A su juicio, una forma de vida con horarios marcados y que se repitan a lo largo de los días puede mejorar la salud circadiana. Como ejemplo, apunta al acostarse y levantarse cada día a una hora semejante, hacer la actividad física siempre a la misma hora, comer a horarios semejantes entre semana y los fines de semana, o repetir diariamente los horarios de exposición a la luz. "Todas estas actividades repetitivas pueden hacer que mejore la estabilidad del ritmo y, por tanto, la salud circadiana", indica.

   En cambio, no ve saludable estar todo el día tumbado y que el cuerpo no distinga el día de la noche. Tampoco comer continuamente. "Debes tener períodos de ayuno, por ejemplo, por la noche, y no comer entre horas, marcando clara mente los momentos de ingesta, como pasa con el desayuno, la comida principal del mediodía y la cena de la noche. Tampoco te conviene estar expuesto a una intensidad de luz constante, y por las noches, por ejemplo, estar con el móvil, porque el cuerpo se pensará que es de día", avisa la doctora en Farmacia.