Los 'Rolland Garros' amateurs también pueden provocar lesiones

Mujer jugando al tenis
FLICKR JEAN-PIERRE MAGNAN
Actualizado: domingo, 7 junio 2015 9:55


MADRID, 7 Jun. (INFOSALUS) -

La celebración de una nueva edición de Rolland Garros hace que muchos tenistas aficionados hayan aprovechado para desempolvar su raqueta e intentar emular, a su manera, los restos y reveses de los Rafa Nadal, Novak Djokovic, las hermanas Williams y compañía. Pero cuidado que hacerlo sin control puede provocar lesiones, siendo la más frecuente la epicondilitis lateral, conocida como el 'codo del tenis'.

Esta patología se produce por sobrecarga de la musculatura extensora en el codo. Dicha inserción está situada en el epicóndilo lateral del codo, una eminencia ósea ubicada sobre el cóndilo del hueso (protuberancia redondeada de los extremos) que sirve para la inserción de ligamentos y músculos, y poco a poco va a degenerándose hasta provocar esta lesión.

Pese al nombre técnico, popularmente se conoce como 'codo del tenis' ya que, como explica Javier Cerrato, médico de la Real Federación Española de Tenis y miembro del equipo médico del doctor Manuel Leyes, se debe a que es una lesión "muy frecuente en los tenistas amateurs, aunque rara en los profesionales".

No obstante, reconoce, a pesar de su denominación "también puede tener incidencia en otras profesiones como ebanistas, pintores o informáticos".

Una de las curiosidades de la epicondilitis lateral es que se diferencia entre los tenistas amateurs y los profesionales. Practicando el mismo deporte, en los primeros es una de las patologías más típicas mientras que en el tenis profesional apenas aparece esta lesión.

"Esta diferenciación se basa en los defectos técnicos en el juego --fundamentalmente en el golpeo de revés-- y en el uso de un material inapropiado, como raquetas muy pesadas o pelotas desgastadas", ha explicado este experto.

El síntoma más común es el típico dolor agudo o 'pinchazo' en la cara externa del codo, ya que se degenera la inserción de esta zona, aunque su diagnóstico es muy fácil para los médicos.

DIAGNÓSTICO SIN APENAS VERLOS

"Hay pacientes que se sorprenden de que sepamos qué lesión padecen sin apenas verles; la epicondilitis lateral se reconoce enseguida por sus síntomas", comenta el médico.

Para su tratamiento, en muy pocas ocasiones se precisa de recurrir a la cirugía, sino más bien "un cuidado preventivo y cuando ya esté establecido, y rehabilitación". En cuanto al tiempo de recuperación estimado, depende de si el diagnóstico es el adecuado y del tiempo de evolución que lleve consigo el tratamiento.

"No es lo mismo tratar una epicondilitis lateral de tres años de evolución que de tres días", dice Cerrato, que reconoce que la clave para una rápida y buena recuperación es "tratar la patología a tiempo".

Este experto ha dado también mucha importancia a la prevención, al cambio o tratamiento sobre las causas, y posteriormente sobre la patología en sí, mediante estiramientos, masaje Cyriax o ultrasonido, y tratamientos antiinflamatorios locales.

Asimismo, recuerda que también es clave mejorar la técnica en el juego. "Haciendo un correcto gesto técnico y unas buenas maniobras de golpeo es muy complicado que aparezca una epicondilitis lateral", sentencia Cerrato. Y por supuesto no hay que olvidarse, como en cualquier deporte, "de unos buenos ejercicios de estiramiento". Así que, aunque nunca lleguemos a ser Nadales o Federer, parecerse en todo lo posible a ellos siempre será un buen antídoto para prevenirla.