¿Preparados para la madurez sexual de nuestros hijos?

Jóvenes, amor, pareja, adolescentes
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Actualizado: sábado, 6 junio 2015 8:13

MADRID, 6 Jun. (INFOSALUS) -

A partir de los 10 años, en la adolescencia se notan cambios en el cuerpo y en los menores empieza una etapa en la que comienzan las dudas sobre estos cambios. La información que deben proporcionar los padres es progresiva, respondiendo preguntas y abriendo nuevos campos para que los adolescentes puedan sentirse libres de preguntar.

Un estudio de 2012 del Instituto Injuve y las encuestas Daphne sobre sexualidad señalan que la media de edad para la primera relación con penetración es a los 16 años y 4 meses y hasta un 20% de los menores de 15 años ya han tenido relaciones coitales. Hacia los 18 años, el 70% de los adolescentes ya ha mantenido relaciones sexuales con penetración.

Según explica a Infosalus la doctora María José Rodríguez, ginecóloga del Hospital Universitario Infanta Sofía de la Comunidad de Madrid, los problemas con la sexualidad se derivan de que aunque existe información, los adolescentes no interiorizan esta información, saben los riesgos de embarazo que pueden correr, así como las enfermedades de transmisión sexual (ETS) que pueden contraer pero no siempre utilizan el preservativo.

Así, la infección por el virus del papiloma humano, el precursor del cáncer de útero, es muy prevalente y sólo se detecta en una citología o por el desarrollo de verrugas genitales. Pero hasta los profesionales sanitarios no llegan preguntas sobre la anticoncepción que sí hacen a los padres, educadores, amigos y las redes sociales. Hasta los sanitarios llegan las demandas por los aspectos clínicos asociados a las relaciones sexuales.

"Hay que trabajar en las chicas la asertividad y la negociación en el uso del preservativo porque es el único método frente al embarazo y las ETS y las chicas demandan el anticonceptivo pero encuentran dificultades para que su chico lo emplee y en la negociación con él para que lo utilice", explica la doctora Rodríguez.

La legislación actual establece que a partir de los 13 años se pueden tener relaciones sexuales consentidas y entre los 12 y 16 años se habla de un menor maduro ya que puede entender que el sexo se trata de una conducta de riesgo y pedir medicación para evitar estos riesgos.

Por encima de los 16 años existe ya la mayoría de edad sanitaria y por debajo de los 16 el médico puede prescribir sin conocimiento de los padres anticonceptivos pero sí aconseja que los menores lo comenten con ellos.

"Los padres deben de tener una mente receptiva y si no están preparados para tratar el tema de la anticoncepción con los hijos deben pedir ayuda a los profesionales de la salud", señala Rodríguez.

CONSEJOS PARA LOS PADRES

La ginecóloga apunta que muchas chicas van al médico solicitando métodos anticonceptivos sin el conocimiento de sus padres o acuden con el pretexto de una regla muy dolorosa porque a una amiga le han recetado la píldora anticonceptiva para controlar estos dolores o desarreglos. Por ello, los padres deben de tener en cuenta lo siguiente:

1º Tienen que ser conscientes de que en la adolescencia comienza la madurez sexual y es un derecho de los jóvenes.

2º Hay que facilitar y reforzar la asertividad en las chicas, darles formación sobre qué significan las relaciones sexuales en una relación de pareja y que no se vean presionados por su grupo de amigos.

3º Mantener una actitud tolerante ya que negarse a la demanda o petición del menor de anticonceptivos al personal clínico puede aumentar el riesgo de embarazo no deseado, por lo que es mejor una actitud tolerante.

4º Evitar negar la vacunación del VPH por la creencia de que se genere en el menor una falsa sensación de protección y esto incentive que tengan más relaciones.

Según señala la doctora Rodríguez, desde la consulta de ginecología se puede ayudar en técnicas de asertividad que implican hacer conscientes a las chicas de que los anticonceptivos evitan el embarazo y las infecciones.

Entre estas cuestiones es importante que las adolescentes sepan qué contestar cuando su pareja evite el uso del preservativo o saber que deben llevar consigo un preservativo como medida de precaución si tienen una relación de pareja y no como una 'provocación'.

Además, es muy importante que se hable a los adolescentes de que existen prácticas sexuales no coitales. Ha disminuido el tiempo que se tarda del beso a la penetración, se saltan el contacto físico progresivo y no lo valoran como positivo y propio de relaciones más satisfactorias y más seguras, afirma Rodríguez.

"En las escuelas existe ya información y datos suficientes sobre la sexualidad pero no hay una verdadera educación sexual y las estadísticas de aborto en jóvenes continúan en las mismas cifras. Hay que trabajar desde el ámbito de la educación", concluye la doctora.