La mastitis "no supone ningún peligro para el bebé"

Lactancia, amamantamiento, bebé, lactante
FLICKR/AURIMAS MIKALAUSKAS
Actualizado: lunes, 1 agosto 2016 12:43

   MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Una de las mayores preocupaciones que tienen las madres cuando inician la lactancia materna es que aparezca mastitis, una enfermedad infecciosa, pero que "no supone ningún peligro para el bebé y que, de hecho, suspender la lactancia puede ser perjudicial", ha señalado la matrona del Hospital La Milagrosa de Madrid, Myriam Viudes.

   Se trata de una enfermedad que se produce por un estancamiento de la leche en los conductos glandulares de una mama y su infección es causada por microorganismos bacterianos. Sin embargo, "es importante diferenciar entre ingurgitación o congestión mamaria y mastitis, así como los tratamientos para cada caso", añade.

   "Tras el parto es normal que las mamas presenten una cierta hinchazón y aumente la sensibilidad entre el segundo y sexto día postparto", explica la matrona. En el caso de la congestión mamaria, se produce en ambas mamas cuando generan más leche de la que el bebé es capaz de extraer, aumentando el tamaño y provocando dolor.

   Para resolver la ingurgitación mamaria, la experta recomienda aplicar calor local previo a las tomas para facilitar que la leche fluya; masajear la zona; llevar a cabo una lactancia a demanda, siendo normal que sea cada hora y media o dos horas; mantener una postura correcta, y aplicar frío después de la toma.

DIFERENCIA CON LA MASTITIS INFECCIOSA

   A diferencia de la ingurgitación, cuyos síntomas desaparecen a las 48 horas, la mastitis infecciosa no se suele producir en etapas tempranas de la lactancia, sino que es de aparición más tardía.

   Una de las principales causas de esta patología es el mal enganche del niño al pecho, lo que causa grietas en los pezones, así como la disminución del número de tomas y de la duración de la lactancia. Al padecer mastitis, las mujeres suelen tener fiebre, escalofríos, malestar general, decaimiento, dolor en el pecho e hinchazón.

   La experta ha ofrecido una serie de consejos para evitar la mastitis infecciosas como realizar tomas más frecuentes y a demanda, sin horarios preestablecidos. En cada toma, ofrecer una mama y no dar de la otra hasta que no quede vacía y, antes de la toma, aplicar calor durante 10 minutos.

   Tras la toma, aplicar frío pero no directamente sobre la piel porque puede producir quemaduras. También es posible utilizar analgésicos y antiinflamatorios si fuesen necesarios, así como antibióticos.