Párkinson, ¿cómo abordar las dificultades emocionales?

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Actualizado: sábado, 28 febrero 2015 21:37

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

La enfermedad de Párkinson es un trastorno neurológico, degenerativo e invalidante que afecta a más de 150.000 personas en España, de las cuales el 10 por ciento presenta la enfermedad en estado avanzado, además, es una patología que genera problemas neuropsiquiátricos como depresión, apatía, ansiedad o irritabilidad.

Según señala en declaraciones a Europa Press la psicóloga Sandra Fernández, del Programa Contigo de la Federación Española de Párkinson (FEP), los últimos estudios reflejan que más de la mitad de los pacientes con esta enfermedad sufre depresión. "La relación entre Párkinson y trastornos del ánimo como depresión y ansiedad tiene una explicación orgánica, y es que la causa principal del Párkinson es el déficit de dopamina que se produce en el cerebro, afectando al equilibrio de los procesos químicos de este órgano y a otros neurotransmisores".

En este sentido, la experta advierte de que en algunos casos de Párkinson los síntomas no motores como la depresión aparecen años antes de que se diagnostique, sin embargo, la patología no suele identificarse hasta que no comienzan a aparecer las señales motoras como la bradiquinesia (lentitud de movimientos), rigidez, falta de equilibrio postural o el temblor en reposo.

No obstante, en otros casos estas dificultades emocionales están relacionadas con una falta de aceptación de la enfermedad y adaptación del estrés que conlleva el diagnóstico a nivel personal y familiar de una enfermedad tan discapacitante como el Párkinson, comenta Fernández. Y es que tras recibir el diagnóstico, al tratarse de una enfermedad crónica, "la persona tiene que reestructurar su situación personal y tener otro planteamiento vital", agrega.

Esto también influye de cara a nivel familiar, ya que suelen cambiarse los roles y la pareja se convierte en el cuidador principal, que debe también adaptarse a los cambios generados por la enfermedad en la vida cotidiana. Además, en los casos en los que el Párkinson se detecta en edades tempranas (entre los 45 y los 50 años), la pareja puede pasar por crisis o dificultades que impiden que la relación sentimental fluya igual de bien que antes del diagnóstico.

¿CÓMO SE TRATAN ESTOS PROBLEMAS EMOCIONALES?

Fernández incide en que "el psicólogo cumple un papel fundamental en el abordaje de esta enfermedad desde su diagnóstico y debe complementar a los tratamientos farmacológicos". Los pacientes al principio se encuentran perdidos, y este especialista "puede ofrecerles apoyo para que vayan adaptándose poco a poco a la sintomatología y a los cambios que surgen en las actividades de la vida diaria". Especialmente cuando se trata de personas mayores, donde las fases de la enfermedad están más avanzadas, "un abordaje multidisciplinar puede hacer mejorar su calidad de vida de manera notable", asegura.

En esta línea, la experta subraya que es esencial acudir a las asociaciones de pacientes con Párkinson -hay más de 45 federadas en todo el territorio nacional-, por el apoyo y las terapias rehabilitadoras que ofrecen. Sin embargo, se estima que menos del 15 por ciento de las personas con esta patología pertenece a alguna asociación.

La psicóloga asevera que se trata de un grave error, y que esto tiene lugar porque los pacientes desconocen el apoyo que pueden recibir o sienten una incertidumbre que les frena. Fernández anima a que acudan, y explica que en una primera cita se hace una evaluación del estado de la enfermedad para identificar el tipo de ayuda que necesita cada persona. Después, estas organizaciones ofrecen información general y precisa de todos los aspectos de la patología, y realizan actividades desde distintas especialidades como Fisioterapia, Logopedia o Terapia Ocupacional.

Asimismo, se imparten talleres para que los pacientes se relacionen con otros en su misma situación y compartan experiencias; de habilidades sociales; de cuidados en la alimentación, reposo y sueño, aseo e higiene; así como de atención psicológica para abordar las alteraciones emocionales y cognitivas que puedan encontrarse. Además, se construyen grupos de autoayuda que suelen estar dirigidos a situaciones o pacientes concretos, por ejemplo a quienes son diagnosticados antes de los 45.

En cuanto a los familiares, es recomendable que también reciban apoyos, especialmente los cuidadores, ya que en muchas ocasiones se detecta que sufren sobrecargas por el papel que desempeñan. A este respecto, la especialista comenta que son buenas herramientas las actividades denominadas 'de respiro familiar', ya que con ellas se desvinculan por un tiempo de las tareas rutinarias y pueden desconectar y conocer a familiares en su situación.

En concreto, la FEP ha impulsado el 'Programa Contigo', un servicio de atención integral para personas con Párkinson que desarrolla su acción en dos ámbitos de actuación: a través de atención telefónica, y mediante las redes sociales como 'Facebook' y correo electrónico, para atender de forma individualizada cualquier consulta a través de un equipo de Enfermería y Psicología.

Finalmente, la experta advierte sobre la importancia de que los pacientes llamen ante cualquier síntoma que detecten nuevo para comunicarlo. Además, si quieren obtener mas información sobre la enfermedad, la federación impartirá cursos 'on-line', cuyo plazo de inscripción comienza el próximo lunes 2 de marzo, dirigidos a que se conozca mejor la enfermedad y su sintomatología, así como los tratamientos y los recursos de apoyo disponibles para aumentar la calidad de vida considerablemente.