¡Malditos parásitos!: piojos y lombrices en los niños

Niña con piojos
Foto: GETTY//STOCKAKIA
Actualizado: miércoles, 24 junio 2015 10:42

   MADRID, 24 Jun. (INFOSALUS) -

   Las parasitaciones en niños son muy comunes por la facilidad de su contagio en las guarderías, en las que aún se emplean pañales, y las escuelas infantiles, aunque también se observan en niños de primaria.

   Según explica a Infosalus la doctora María Dolores Galaviz, pediatra del Hospital Sur del grupo Quirón Salud, las parasitaciones en niños son muy comunes aunque en muchos casos no llegan al pediatra, como en el caso de los piojos, y no suelen ser notificadas a los servicios estatales a no ser que se trate de parásitos extraños.

   "Algunos parásitos intestinales en adultos no dan síntomas que sí se presentan en los niños. Junto al resfriado común, una de las enfermedades más contagiosas en los niños es la pediculosis capitis, para la que no siempre los padres acuden a consulta", explica Galaviz.

PIOJOS EN LA CABEZA

   En la infección por piojos de la cabeza, que se denomina pediculosis capitis, los piojos habitan e infestan sólo el cuero cabelludo de los niños. Los síntomas son el picor y la única complicación posible es la sobreinfección por rascado. Se contagia por contacto directo entre el pelo de las personas y es poco probable su contagio por sábanas o la ropa del niño.

   Los piojos de la cabeza no transmiten enfermedades, se alimentan de la sangre y al pinchar en el cuero cabelludo para extraerla, el contacto con su saliva produce la reacción alérgica que ocasiona el picor y que puede dar lugar a granitos rojos en la cabeza.

    PIOJOS EN VERANO 

   Son más comunes en épocas de calor frente a las de frío. Hay que estar pendientes de si el niño se rasca, ya que el picor puede aparecer hasta un mes después de la parasitación. "Mejor llevar el pelo corto o recogido y no compartir cepillos, peines o gorros, aunque es poco probable que la infección se produzca por este motivo".

   Los insectos se detectan mejor en mojado, con la ayuda de una liendrera y crema suavizante, por eso se debe revisar la cabeza de los niños después de lavar el pelo. Hay que tratar sólo si hay piojos vivos. Los tratamientos insecticidas no eliminan los piojos al 100% y en los 7 a 10 días siguientes hay que repetirlos, ya que a la semana aún puede eclosionar algún huevo.

   La infección puede ser persistente y aunque no se sabe por qué hay niños más propensos a la pediculosis, sí se sabe que los piojos parecen tener una preferencia por el pelo liso en comparación con el rizado, ya que en la raza negra existen menos contagios. "Los piojos no vuelan ni saltan pero sí se desplazan con rapidez por el cabello seco", apunta la pediatra.

   Existen productos naturales, aceites y esencias utilizados para prevenir la pediculosis pero no hay suficientes estudios que puedan demostrar su posible eficacia y toxicidad en comparación con la información existente en relación a los insecticidas más empleados en la práctica habitual.

¿CÓMO ELIMINAR LOS PIOJOS?

   Los piojos son pequeños insectos que viven de la ingesta de sangre y fuera del cuerpo humano no sobreviven. El tratamiento de elección es la permetrina al 1-1,5%, aunque ha aparecido un aumento de resistencias en los últimos años.

   Los productos con permetrina tienen alta eficacia y baja toxicidad. Las lociones alcohólicas deben evitarse en lactantes y niños asmáticos, así como las presentaciones en spray, para evitar posibles efectos secundarios sobre la vía respiratoria.

   "En entornos con resistencias, prolongar el tiempo de contacto, incluso hasta 8 horas, aumenta la eficacia, reforzando el tratamiento mediante liendreras. Su combinación con otras familias de insecticidas y productos sinergizantes puede también combatir esta resistencia de los insectos", señala Galaviz.

   Los productos insecticidas no siempre funcionan al 100% y hay que repetir el tratamiento a la vez que se utiliza la liendrera, al menos cada tres días, en las siguientes dos semanas para eliminar la posibilidad de que alguna liendre adherida eclosione en la semana siguiente y de lugar a una reinfección.

   "Cuando se produzca infección hay que informar al colegio para revisar y tratar a los compañeros del colegio en casa. También hay que revisar a los miembros de la familia y el niño puede volver al colegio si ya no tiene piojos vivos aunque pueda quedar alguna liendre a erradicar en los días siguientes", señala la doctora.

PARÁSITOS INTESTINALES

   Existen dos tipos de parásitos intestinales, la 'Giardia lamblia', más común en pre-escolares de 2 a 5 años, y los oxiuros o lombrices, frecuentes en la edad escolar. Ambos tipos de parasitación intestinal son comunes y se derivan de la falta de control de esfínteres y de la exploración manual que forma parte del aprendizaje entre los más pequeños.

   La giardia es un protozoo que se contagia porque los quistes persisten en los caminos, suelos, aguas no higienizadas y en heces de personas infectadas. Se sospecha por la presencia de diarrea durante 7 a 10 días, meteorismos, dolor abdominal, náuseas y desnutrición por intolerancia a la lactosa.

   "Es necesario para su diagnóstico analizar una muestra de heces. Se trata con fármacos antibióticos durante 5 a 7 días. Hay veces que tardan en eliminarse pero no es lo más frecuente", comenta Galaviz.

   Para prevenir la parasitación hay que tomar medidas como un lavado de manos más exhaustivo, no llevar al niño a la guardería ni a la piscina durante los días en los que esté enfermo, consumir agua embotellada o hervirla durante un minuto (en zonas con aguas mal higienizadas) y utilizar contenedores de pañales.

   Los oxiuros ('Enterobius vermicularis') es el nombre más técnico para las conocidas popularmente como lombrices. Se transmiten por la ingesta de los huevos de este nematodo parásito que suelen quedar en las uñas y que hace que lleguen las larvas al intestino delgado para desarrollarse en lombrices en el intestino grueso. Los síntomas son prurito anal y perianal, en la zona vulvar o vaginal y sólo a veces dolor abdominal.

   "Se pueden ver por la noche en el margen del ano en los niños ya que es cuando salen a poner los huevos y si la infestación es grande, también se pueden ver en las heces. Si hay contagio en los niños es fácil que el resto de familiares también puedan sufrir esta parasitación. Existen varios fármacos de ingesta única frente a estos parásitos, cuyo tratamiento se repite a las dos semanas", comenta Galaviz.

   Su prevención requiere no descuidar la higiene personal, uñas cortas y limpias y si ha habido un episodio quitar la ropa de cama para lavarla sin sacudirla ya que se podrían diseminar posibles huevos en otras superficies.

   Si no se observan en las heces hay que realizar el test de Graham que consiste en colocar cintas adhesivas transparentes en los márgenes del ano que después se miran al microscopio al menos en 3 ocasiones. Es una parasitación muy prevalente y ni el consumo de dulces o la falta de higiene tienen que ver con ella.