Trabajadores sanitarios en una zona en cuarentena por ébola en Sierra Leona
BAZ RATNER / REUTERS
Actualizado: lunes, 18 enero 2016 12:09

   FREETOWN, 18 Ene. (Reuters/EP) -

   El Ministerio de Salud y la Oficina de Seguridad Nacional de Sierra Leona han informado este domingo que 109 personas han sido puestas bajo cuarentena, 28 de las cuales catalogadas de alto riesgo tras entrar en contacto con una mujer fallecida a causa de ébola la semana pasada.

   Además la joven vivió con otras 22 personas en una misma residencia mientras incubaba el virus, a las que se suman otras cinco encargadas de lavar su cuerpo, una práctica considerada como clave en la transmisión de la enfermedad.

   "Prosiguen las investigaciones en los cuatro distritos por los cuales viajó la mujer" fallecida, han comunicado las instituciones gubernamentales. A pesar de esto, la fuente del contagio sigue siendo desconocida, aunque se ha confirmado que la víctima viajó cerca de la frontera con Guinea, uno de los últimos países en declararse libre del virus el pasado 7 de noviembre.

   Este nuevo brote ha causado diversos episodios de violencia durante el fin de semana, con el ataque a las casas de varios de los pacientes catalogados como de alto riesgo en Maguraka, a 200 kilómetros de la capital, Freetown, donde murió la mujer, según ha informado el Jefe Supremo Masakma III, un líder local.

   "No sabemos quién está detrás de esto, pero estamos impactados de que alguien pueda hacer algo así después de lo que el ébola ha hecho al país", ha añadido, en referencia al desmantelamiento de una barricada que protegía una de las casas en cuarentena.

   La Organización Mundial de la Salud (WHO) declaró la semana pasada que "todas las cadenas de transmisión conocidas han sido detenidas en África Occidental", después de que Liberia se uniera a Sierra Leona y Guinea en el grupo de países libres del virus durante más de seis semanas.

   A pesar de esto, cinco días después se confirmó la muerte de la estudiante Mariatu Jalloh víctima del ébola, algo que ha provocado una ola de preocupación ante la falta de compromiso de las autoridades por seguir los protocolos básicos. Sierra Leona ha sufrido dos años de epidemia en la que han fallecido aproximadamente 11.300 personas.