MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Mixta (Congreso-Senado) para el Estudio del Problema de las Drogas ha rechazado una proposición no de ley presentada por el Grupo Parlamentario Socialista por la que se instaba al Gobierno a valorar la posibilidad de no recomendar la venta de bebidas energéticas o energizantes a menores de 16 años, así como un mayor control en el etiquetado, en su publicidad y en su venta para incidir en su consumo responsable.
La votación ha sido realiza por puntos, los cuales han sido rechazados por el Grupo Parlamentario Popular, mayoritario en el Congreso, después de que los socialistas no hayan aceptado incluir en la proposición no de ley una enmienda presentada por los 'populares' en la que se suprimía el apartado relativo a la realización de campañas de sensibilización dirigidas a jóvenes acerca de un consumo responsable y no adictivo dentro del Plan Nacional sobre Droga, al considerar que no se han llevado a cabo porque no ha habido ninguna propuesta relativa a las mismas.
En concreto, la iniciativa socialista, presentada por Puerto Gallego, Gracia Fernández y Pilar Grande, alertaba de la necesidad de hacer un consumo "adecuado y responsable de las bebidas energéticas", en momentos de decaimiento físico y nunca de forma continuada, sin mezclar con otras bebidas alcohólicas y sin que exista patología de base que pueda agravarse con su ingesta.
Así, recordaba que, según diversos, cada lata contiene una dosis de cafeína similar a una taza de café o a 14 latas de Coca-Cola y subrayaba que el problema surge con el consumo "inadecuado o excesivo", especialmente en jóvenes que incluso las utilizan como estímulo para continuar bebiendo alcohol, multiplicando así los riesgos cardiovasculares.
Además, hacía alusión a un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición que señala que el 68 por ciento de los jóvenes entre los 10 y los 18 años son consumidores de estas bebidas, al mismo tiempo que añade que los médicos alertan de que cada vez acuden más jóvenes a los hospitales con "ansiedad o taquicardias" tras consumir estas bebidas.
En este sentido, las diputadas socialistas recordaban en la proposición no de ley que en la regulación relativa al etiquetado de los productos alimenticios que contienen quinina o cafeína se obliga a que la cafeína aparezca en el etiquetado, aunque no a detallar otros posibles productos perjudiciales. Además, advertían de que cada vez existe una mayor publicidad y una mayor venta incontrolada de dichos productos, sin realizar estudios sobre sus posibles efectos.
Pese a todo ello, la Comisión ha rechazado esta proposición que, no obstante, sí ha contado con el respaldo del resto de grupos parlamentarios.
