MADRID, 30 Ene. (INFOSALUS) -
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha alertado de un aumento de casos de esofagitis eosinofílica, una nueva enfermedad relacionada con una patología alérgica que se manifiesta de manera crónica con síntomas referidos al esófago y la parte superior del tubo digestivo.
Condiciona disfagia, y, en el caso de los niños, trastornos de la alimentación. "La esofagitis eosinofílica es la forma de alergia alimentaria más recientemente descrita. Cada vez afecta a más personas, tanto a niños como a adultos jóvenes, y que tiene un difícil abordaje" comenta el doctor Alfredo Lucendo, responsable del servicio de Aparato Digestivo del Hospital General de Tomelloso.
"Hasta hace 20 años esta enfermedad era desconocida y la diversidad de sus síntomas, que además pueden variar de un individuo a otro y a lo largo de las distintas edades, suponía que durante años los pacientes con esofagitis eosinofílica eran tratados erróneamente de problemas de reflujo gastroesofágico. Ahora, empezamos a conocerla y se identifica un número creciente de casos, como ocurre con todas las alergias, incluidas las alimenticias, en los países desarrollados", ha señalado.
El especialista insiste en las dificultades para el tratamiento de estos pacientes. "Los tratamientos dietéticos son eficaces, pero la identificación de los alimentos responsables no es siempre sencilla. Además, en el momento actual carecemos de fármacos específicamente aprobados para la esofagitis eosinofílica, para la cual sólo son efectivos los corticoides tópicos, siempre y cuando se tomen de una manera continuada", apunta Lucendo.
"De cara al futuro, es necesario encontrar marcadores menos invasivos que ayuden a identificar las causas alimentarias de la enfermedad, o a seguir su curso evolutivo evitando las endoscopias y biopsias repetidas, de un modo más rápido y cómodo para el paciente", añade.
QUÉ ALIMENTOS PODRÍAN ESTAR RELACIONADOS
Los alimentos que más la suelen producir son la leche, el trigo, el huevo, las legumbres, incluyendo la soja, aunque, no existe ningún patrón común para todos los pacientes. De hecho, y como consecuencia de su "corta vida", no existen estrategias de tratamiento comúnmente aceptadas, y se carece de fármacos específicos.
Se estima que afecta a una de cada 2.000 personas en España y en otros países desarrollados, constituyendo probablemente la principal causa de síntomas esofágicos crónicos en sujetos menores de 30 años.
La esofagitis eosinofílica impacta de manera relevante en la calidad de vida de los pacientes, que además sufren generalmente retraso medio de hasta 4 años en los adultos y de dos años en los niños en su diagnóstico.
¿CÓMO LA RECONOCEMOS?
La Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) destaca que las manifestaciones son muy variadas, pudiendo ser diferentes entre distintos pacientes y en las distintas edades. Hay que tener en cuenta que algunos pacientes presentan síntomas de manera constante, mientras que en otros aparecen de modo intermitente o de forma estacional.
- En los niños más pequeños los vómitos y el rechazo al alimento son muy frecuentes. Asimismo, la pérdida de peso y la falta de crecimiento también se presentan en la infancia.
- En los pacientes de más edad, la disfagia o dificultad para tragar de manera predominante puede ser otro síntoma.
- Los atascos o impactaciones de alimento es otra señal a tener en cuenta, y muchas veces pueden requerir una endoscopia urgente.
- Síntomas de reflujo de ácido, como ardores, que no desaparecen con medicamentos que suprimen la producción de ácido en el estómago.
- Y en algunos casos, dolor torácico o abdominal.