MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las personas de entornos socioeconómicos más bajos que hacen ejercicio regularmente podrían reducir sustancialmente su riesgo de enfermedad renal crónica, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bristol y publicado en 'The American Journal of Medicine'.
El equipo de investigación reclutó a 2.099 hombres de 42 a 61 años sin antecedentes de enfermedad renal y evaluó su estatus socioeconómico mediante cuestionarios autoadministrados basados en su nivel ingresos, educación, ocupación laboral, nivel de vida y condiciones de vivienda. La aptitud física se evaluó mediante una prueba de ejercicio en bicicleta ergométrica, la cual mide el trabajo y la energía durante el ejercicio físico.
Posteriormente, se siguió a los participantes durante un periodo de 20 años para determinar el desarrollo de la enfermedad renal crónica. El análisis de los resultados mostró que los hombres con un nivel socioeconómico bajo tenían un mayor riesgo de enfermedad renal crónica y que aquellos con altos niveles de condición física tenían un riesgo reducido de enfermedad renal crónica.
El riesgo de enfermedad renal crónica aumentó sustancialmente en aquellos con un nivel socioeconómico bajo y sedentarios. Sin embargo, el riesgo no parecía existir en aquellos con bajo nivel socioeconómico y altos niveles de condición física.
"La actividad física regular es una estrategia poderosa que puede reducir el riesgo de muchas enfermedad. A pesar de la amplia promoción de los beneficios de la actividad física, el ejercicio regular sigue siendo bajo en todo el mundo. Se necesita hacer más para promover la participación en la actividad física en todas las poblaciones, independientemente de la edad, el género, la discapacidad y el nivel socioeconómico", han dicho los expertos.
Los hallazgos del equipo no prueban causa y efecto y se necesitan más estudios para mostrar si las asociaciones demostradas en el estudio son causales. De hecho, no existen pautas de actividad física publicadas actualmente para la prevención de la enfermedad renal crónica, pero si para personas con alto riesgo de diabetes y/o presión arterial alta. Se necesita más investigación para averiguar la cantidad y la intensidad de la actividad física para la prevención de la enfermedad renal crónica.