El impuesto a bebidas azucaradas produce beneficios económicos para la población más pobre

Archivo - Refrescos. Bebidas azucaradas
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Publicado: lunes, 11 julio 2022 17:38


MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio de la Universidad de Washington (Estados Unidos) ha demostrado que los impuestos a bebidas azucaradas producen beneficios económicos para las comunidades con menores ingresos.

Publicada en la revista científica 'Food Policy', esta investigación aborda esta cuestión examinando las repercusiones en la equidad económica de los impuestos sobre las bebidas azucaradas en tres ciudades: Seattle, San Francisco y Filadelfia.

Se sabe que las bebidas azucaradas contribuyen a varios problemas de salud, como la mala calidad de la dieta, el aumento de peso y la diabetes. Aunque varios estudios han demostrado que los impuestos sobre las bebidas azucaradas reducen significativamente su compra, se ha cuestionado si los impuestos suponen una mayor carga económica para los hogares con menores ingresos.

"Las bebidas azucaradas son el nuevo tabaco. Los investigadores de salud pública y otros han estado trabajando durante algún tiempo para reducir las ventas de estas bebidas. Los impuestos funcionaron bien para reducir las compras de tabaco, y se han aplicado y parecen funcionar igualmente bien en las bebidas azucaradas", ha comentado James Krieger, autor principal del trabajo.

El estudio ha demostrado que el impuesto pagado por los hogares representaba una mayor proporción de los ingresos de los hogares con menores ingresos, pero seguía siendo sólo del 0,01 al 0,05 por ciento. El importe anual en dólares per cápita que los hogares pagaban por el impuesto, entre 5,50 y 31 dólares, no difería según el nivel de ingresos.

Los investigadores también han evidenciado que los impuestos sobre las bebidas azucaradas redistribuyeron los dólares de los hogares con mayores ingresos a los de menores ingresos. Se destinaron más dólares a la financiación de programas que benefician a las comunidades de bajos ingresos que los que esos hogares pagaron en impuestos. El beneficio neto anual para las comunidades de menores ingresos osciló entre 5,3 y 19,1 millones de dólares al año en las tres ciudades estadounidenses.

"Las ciudades han dado prioridad a la financiación de programas que benefician a las poblaciones con menores ingresos, lo que hace que las políticas de impuestos sobre las bebidas azucaradas sean más equitativas desde el punto de vista económico", detalla Krieger.

Por ejemplo, los ingresos recaudados por el impuesto a las bebidas azucaradas de Seattle se han utilizado para financiar programas y servicios que aumentan el acceso a alimentos saludables y apoyan la salud y el aprendizaje de los niños en la primera etapa de la infancia. En 2020, los ingresos del impuesto sobre las bebidas azucaradas también se utilizaron para prestar apoyo a las comunidades afectadas de forma desproporcionada por la pandemia de COVID-19.

Los investigadores estudiaron el volumen de compras de bebidas realizadas en las tiendas por 1.141 hogares de las tres ciudades estadounidenses para estimar los impuestos pagados por los hogares durante el primer año tras la aplicación del impuesto. A continuación, utilizaron los datos de la población de la ciudad para calcular el importe per cápita del impuesto sobre las bebidas azucaradas pagado según el nivel de ingresos.

Los autores también revisaron documentos públicos y se pusieron en contacto con representantes de las ciudades para conocer el importe en dólares de los ingresos fiscales anuales y la cantidad invertida en programas que sirven a las comunidades con menores ingresos.

El estudio demuestra que los impuestos sobre las bebidas azucaradas "pueden ser una política económicamente progresiva", argumenta Krieger. Siete jurisdicciones locales de Estados Unidos, la Nación Navajo y al menos otros 45 países han aplicado impuestos a las bebidas azucaradas.

"Estos impuestos benefician selectiva y específicamente a las personas con menores ingresos en mayor medida que a las personas con mayores ingresos, porque el dinero que se recauda con los impuestos se destina a programas que sirven a las comunidades con menores ingresos. Eso es desde el punto de vista económico. Los impuestos también benefician a las personas con ingresos más bajos, porque reducen más el consumo y las ventas de esa población. La gente consumirá menos un producto poco saludable y estará más sana por ello. Es una victoria para la salud, es una victoria para el bolsillo y es una victoria para sus comunidades", remacha Krieger.