Cómo evitar crisis asmáticas en verano: consejos del especialista para viajar, hacer ejercicio y protegerte del calor

Archivo - Hombre de vacaciones tosiendo en el aeropuerto.
Archivo - Hombre de vacaciones tosiendo en el aeropuerto. - CUNAPLUS_M.FABA/ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 23 julio 2025 8:34

   MADRID, 23 Jul. (EDIZIONES) -

   ¿Nuestro control del asma puede peligrar en verano? La verdad es que esta época del año puede convertirse en un desafío para las personas con asma: el calor extremo, la contaminación, los alérgenos, y los cambios bruscos de temperatura aumentan el riesgo de descompensaciones.

¿Qué rutinas diarias conviene seguir? ¿Es necesario ajustar el tratamiento si vas a la playa o a la montaña? La doctora Alicia Padilla Galo, coordinadora del área de Asma en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus, nos detalla en este artículo las principales precauciones a seguir para disfrutar del verano con el asma bajo control y sin sobresaltos.

   Esta experta reconoce que durante el verano, y especialmente en situaciones de ola de calor, los pacientes asmáticos deben adoptar una serie de medidas preventivas para minimizar el riesgo de exacerbaciones, y mantener un adecuado control clínico.

   En primer lugar, ve esta doctora fundamental el evitar la exposición prolongada al calor extremo, especialmente en las horas centrales del día (12.00 a 18.00 horas), buscando espacios frescos, sombreados, o con la ventilación adecuada.

   "El uso del aire acondicionado debe realizarse con filtros limpios y temperaturas no excesivamente bajas, para prevenir contrastes térmicos bruscos", apostilla esta experta de SEPAR.

   A su vez, menciona que la hidratación debe mantenerse de forma constante, ya que la deshidratación puede espesar las secreciones bronquiales y dificultar la función mucociliar.

   Asimismo, recomienda revisar la calidad del aire diariamente, evitando actividades al aire libre en jornadas con niveles elevados de ozono o con partículas contaminantes. Igualmente, considera clave el continuar con el tratamiento de mantenimiento según prescripción, y disponer siempre de medicación de rescate. También, según prosigue, es aconsejable planificar descansos durante la actividad física.

   Pero es que, además, la doctora Padilla hace hincapié en que la educación en el reconocimiento precoz de síntomas de descompensación, y el uso adecuado del plan de acción personalizado, resultan esenciales para prevenir ingresos y complicaciones durante el verano.

¿AJUSTAR EL TRATAMIENTO EN VERANO?

   Hablamos igualmente con esta experta sobre si el tratamiento para el asma debe ajustarse en los pacientes durante la época estival. Considera que, en general, no se aconseja suspender, ni reducir, el tratamiento de mantenimiento del asma durante el verano sin indicación médica, incluso en pacientes con buena evolución clínica.

   "Aunque algunos pacientes perciben mejoría estacional, ésta puede deberse a una menor exposición a virus respiratorios, o a la menor carga laboral; pero no necesariamente refleja un control inmunológico estable. La inflamación subyacente puede persistir de forma silente, predisponiendo a exacerbaciones ante exposiciones ambientales comunes del verano, como alérgenos, contaminantes, o cambios térmicos", remarca esta neumóloga, al tiempo que insiste en que el ajuste del tratamiento debe individualizarse, y únicamente realizarse tras una evaluación clínica y funcional.

   Aquí distingue, a su vez, los principales signos de alerta que deben motivar la consulta médica de un paciente con asma y que, tal y como indica, incluyen:

·Incremento de la tos o sibilancias.

   ·Necesidad frecuente del broncodilatador de rescate.

   ·Despertares nocturnos por síntomas respiratorios.

   ·Disminución de la tolerancia al ejercicio.

   ·Mediciones de flujo espiratorio máximo (PEF) por debajo del 80% del valor personal habitual.

   "La revisión periódica permite garantizar el control clínico, reforzar la adhesión terapéutica y adaptar el manejo al contexto estacional y vacacional de cada paciente", destaca la coordinadora del área de Asma en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.

SIGUE TAMBIÉN ESTAS PAUTAS SI VAS A VIAJAR Y ERES ASMÁTICO

   Finalmente, y para aquellos pacientes asmáticos que viajan, realizan actividades al aire libre, o acuden a zonas de playa o montaña durante las vacaciones recomienda la doctora Padilla seguir una serie de recomendaciones específicas para evitar descompensaciones, partiendo de la necesidad siempre de continuar con el tratamiento de mantenimiento que haya sido pautado por el neumólogo, incluyendo la disponibilidad de medicación suficiente, y de dispositivos en condiciones óptimas, así como el plan de acción por escrito en caso de empeoramiento.

   "Antes del viaje, se recomienda consultar con su neumólogo, especialmente si se prevén cambios de altitud (por ejemplo, en zonas de montaña), climas húmedos (costa), o exposición a alérgenos no habituales. En entornos de montaña, la menor densidad de alérgenos y de contaminación puede ser beneficiosa, pero el aire frío de altitudes elevadas puede inducir broncoconstricción", advierte.

   Mientras, indica esta neumóloga y portavoz de SEPAR que, en las zonas costeras, aunque la brisa marina puede mejorar la calidad del aire, la alta humedad puede favorecer la proliferación de ácaros o mohos en alojamientos cerrados.

   Asimismo, subraya que, al realizar actividad física al aire libre, debe evitarse el ejercicio intenso en días con alta concentración de polen u ozono. "Por último, se sugiere incluir en el equipaje un informe médico y conocer los centros sanitarios cercanos al destino", resalta la coordinadora del área de Asma en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.

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