MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Gracias a los climas favorables las opciones para ponerse en forma se multiplican, ofreciendo una alternativa saludable a los ejercicios tradicionales en gimnasios cerrados.
Las temperaturas moderadas eliminan las barreras asociadas con el frío extremo o el calor intenso, haciendo que las actividades físicas sean más accesibles y agradables, lo cual se traduce en una mayor disposición por parte de las personas para salir y moverse. Por otro lado, la exposición a la luz solar tiene efectos positivos en el estado de ánimo y en la producción de vitamina D, lo que contribuye a una mejor calidad de vida, explica Vicente Rodrigo, de Sanitas Mayores.
Sin embargo, en el caso de las personas mayores, "deben ser especialmente cuidadosas al realizar ejercicio al aire libre debido a su mayor susceptibilidad a condiciones extremas de temperatura". En este sentido, Rodrigo ha elaborado una serie de ejercicios al aire libre con el objetivo de mejorar tanto el bienestar físico como mental:
Entrenamiento de intervalos en escaleras: subir y bajar escalones mejora la capacidad cardiovascular y trabaja la musculatura del tren inferior. Es adaptable a diferentes niveles de condición física y ofrece un cambio de ritmo interesante.
Flexibilidad en parques o jardines: realizar estiramientos y yoga al aire libre aumenta la flexibilidad y disminuye la rigidez muscular. Además, la conexión con la naturaleza durante estas actividades contribuye al a la relajación y minimiza el estrés.
Preparación funcional en parques de calistenia: utilizar barras y estructuras en estos establecimientos te permite realizar un entrenamiento de fuerza con poco material. Por otro lado, los parques de calistenia suelen estar frecuentados por otras personas, lo que proporciona un ambiente social y de apoyo.
Paddleboarding o kayaking: remar desarrolla la fuerza del torso, brazos y piernas, al mismo tiempo que ofrece un trabajo cardiovascular suave. Asimismo, realizar estos ejercicios en cuerpos de agua agrega un elemento de aventura y conexión con la naturaleza.
Running en parques urbanos: mejora la salud cardiovascular y del sistema respiratorio al mismo tiempo que ayuda a la pérdida de grasa. Hacerlo en parques urbanos, a su vez, proporciona una sensación más agradable y variada.
Juegos recreativos en la playa: practicar volley o frisbee proporciona estímulos diferentes beneficiosos para el cuerpo en un entorno relajante y estimulante.
Caminatas: aunque se trata de un ejercicio sencillo, está comprobado que caminar al menos 6.000 pasos diariamente ejerce un impacto positivo en la salud de las personas al reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la salud mental y reducir los niveles de ansiedad y estrés, a la vez que trabaja el corazón sin generar impacto en las articulaciones. Por este motivo, Sanitas cuenta con el programa Healthy Cities que anima cada año a unirse al reto de caminar para mantener unos hábitos de vida saludables a la vez que se protege el entorno urbano.
Además, Rodrigo concluye que "cuando se hace ejercicio al aire libre, se fomenta la apreciación y conservación de los espacios, creando un vínculo invaluable entre la actividad física y la sostenibilidad ambiental. Este compromiso con la naturaleza no solo repercute positivamente en la salud, sino que también impulsa un cuidado consciente del hábitat, estableciendo así un equilibrio primordial entre el bienestar personal y el entorno que todos compartimos".