MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El virus del Nilo Occidental puede ser mucho más mortífero de lo que se creía anteriormente, con muertes atribuibles a la enfermedad transmitida por mosquitos no sólo inmediatamente tras la infección, sino también en años posteriores, mucho después de que los pacientes parecen haberse recuperado de la enfermedad inicial, según un nuevo estudio presentado en la Reunión de 2016 de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene (ASTMH, por sus siglas en inglés), que se celebra en Atlanta, Estados Unidos.
"Aunque entendemos que el foco actual esté puesto en el virus Zika, para muchas personas en Estados Unidos hoy en día, el virus del Nilo Occidental es una amenaza mucho más grave transmitida por los mosquitos y esa amenaza puede persistir incluso para los pacientes que parecen haber salido indemnes de la infección", afirma la autora principal, Kristy O. Murray, del Colegio de Medicina de Baylor y el Hospital Infantil de Texas, Estados Unidos.
Murray y sus colegas examinaron 4.144 infecciones del virus del Nilo Occidental (VNO) que ocurrieron en Texas entre 2002 y 2012, centrándose en las muertes "agudas" registradas en los primeros 90 días después de la infección y también en los pacientes con VNO que murieron meses o años más tarde, mucho antes que otras personas de edad similar y por lo demás con buen estado de salud general.
Los investigadores encontraron que había 286 personas que murieron en la fase aguda del VNO. Pero después de examinar las causas de muertes y síntomas de la infección inicial, Murray y sus colegas concluyeron que 268 personas que sobrevivieron a la infección murieron posteriormente temprano (llamada "mortalidad tardía") debido al virus.
En total, contando tanto el grupo agudo como el retrasado, los investigadores atribuyeron 554 muertes al VNO durante el periodo de 10 años, una tasa de letalidad del 13 por ciento. Es una cifra mucho más alta que la tasa nacional de letalidad del 4 por ciento para el VNO registrada entre 1999 y 2015 por los Centros estadounidenses para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), aunque esas estadísticas sólo representaron las muertes ocurridas durante la fase aguda de la enfermedad.
El virus del Nilo Occidental pertenece a la misma familia de virus que el Zika y la fiebre amarilla. Al igual que Zika, la mayoría de las personas infectadas con el VNO nunca experimentan síntomas y los que lo hacen suelen tener fiebre, náuseas, fatiga o una erupción, y en casos raros, puede causar complicaciones neurológicas graves que pueden llevar a hinchazón del cerebro y la médula espinal. No hay un tratamiento específico para las infecciones del VNO ni hay una vacuna para prevenirlo.