Tres cosas que probablemente no sabes sobre el microondas: ¿Es inocuo para nuestra salud?

Microondas
GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / M_A_Y_A
Publicado: martes, 20 febrero 2018 8:45

   MADRID, 20 Feb. (EDIZIONES) -

   El microondas es uno de los electrodomésticos que posiblemente más utilicemos en nuestras casas. Comenzó a comercializarse a mediados de los 50 en los Estados Unidos, época en la que se creó. Se trata de ondas electromagnéticas que calientan nuestros alimentos.

   El oncólogo y experto de fama internacional en cáncer y nutrición, Henri Joyeux, destaca en 'Come bien hoy, vive mejor mañana' (Planeta) hace una mención especial en su nuevo libro al microondas, "un electrodoméstico que hay que emplear con moderación", según afirma en una entrevista con Infosalus.

   1.- En primer lugar llama la atención sobre la modificación estructural (de la fórmula química) de los aminoácidos (isomerización) que provoca esta máquina. Según recuerda, en marzo de 1990, la edición francés de 'The Lancet' daba cuenta de una investigación de un equipo austríaco que había logrado demostrar que al calentar la leche en el microondas se modifica la fórmula de los aminoácidos, como la hidroxiprolina y la prolina.

   A su juicio, se trata de una conversión que entraña "ciertos riesgos", en concreto alteraciones estructurales, funcionales e inmunológicas de los péptidos o de las proteínas. Estos cambios hacen que las proteínas resulten más difíciles de absorber y, además, favorecen la aparición de compuestos potencialmente tóxicos.

   "A todo estoy hay que añadir que , al calentarla en el microondas, la 'L-prolina' se convierte en 'D-prolina', que es neurotóxica y que, como también se ha observado, resulta perjudicial para el riñón y el hígado", apostilla.

   Igualmente, reseña en el libro que L.Fay, del Centro de Investigación de Nestlé en Lausana, puso en duda las conclusiones del estudio anteriormente mencionado, demostrando que, cuando la temperatura final de la leche no sobrepasa los 93 grados centígrados, no se produce ninguna modificación estructural de los aminoácidos.

   "Está claro que resulta necesario seguir investigando al respecto. Sin embargo, es llamativo que este tipo de estudios no se hayan realizado antes de lanzar al mercado este aparato de cocina", advierte el oncólogo francés.

   2.- Cuidado con las fugas del horno microondas: según indica, estos aparatos funcionan con una serie de ondas electromagnéticas de frecuencia muy alta: 2450 megaherzios, es decir, una longitud de onda parecida a la de los radares militares. "Esta radiación provoca una considerable agitación en los cuerpos hidratados, como los alimentos. Cada molécula de su materia cambia de polaridad, es decir, de orientación, 2.450 millones de veces por segundo. La fricción que se produce como consecuencia de esa agitación calienta muy rápidamente el alimento y, a continuación, lo cocina", explica.

   Aquí llama la atención sobre el hecho de que los microondas, como cualquier otro electrodoméstico, envejece y se deteriora. "Surgen entonces anomalías por fugas que permiten la salida de parte de las ondas que producen el generador. Nuestro organismo es el mejor ejemplo de órgano hidratado, esto es, de terreno ideal para que en él ejerzan su acción las hiperfrecuencias. Por eso existe una normativa de seguridad nacional al respecto, que establece que la potencia de las ondas externas al horno no puede exceder en ningún caso los cinco milivatios por centímetro cuadrado. A partir de ese límite, los riesgos para la salud son innegables", añade.

   De ahí, destaca, la importancia de poder controlar la hermeticidad del microondas y aconseja, para ello, la puesta en marcha de un detector de fugas: "basta con colocar un vaso lleno de agua en el interior del microondas, ponerlo en marcha, y a continuación pasar el detector a unos centímetros de los puntos sensibles de aparato (marco de la puerta, los botones de accionamiento, la zona de ventilación que se encuentra en la parte trasera). Si la aguja del detector alcanza la zona roja significa que las fugas sobrepasan el límite de cinco milivatios por centímetros cuadrado, que prevé la norma internacional", señala el especialista.

   En este caso, aunque la aguja roce la flecha roja, dice que lo mejor es enviar el microondas a un taller de reparación. Los detectores necesarios para realizar esta prueba pueden encontrarse en varios modelos en las tiendas especializadas, agrega.

   A su vez, alerta de que se han observado cierto riesgo de cataratas relacionadas con la exposición accidental a las ondas microondas, debido a dos particularidades que caracterizan al cristalino: su elevado contenido en agua (entre un 60-70%) y su escaso riego sanguíneo, insuficiente para evacuar el calor acumulado.

   3.- Los gérmenes presentes en los alimentos congelados no se destruyen: Joyeux habla en último lugar de que, cuando los alimentos congelados se descongelan, las partes que se van calentando, líquidas o semilíquidas, absorben más energía que aquellas que aún se encuentran congeladas. "Por eso existen zonas sobrecalentadas - puntos calientes - que pueden dañar el alimento, frente a otras zonas que se mantienen más o menos frías. La descongelación parcial de una comida puede favorecer la multiplicación de los gérmenes que contiene", avisa el oncólogo francés.

   De hecho, subraya que las ondas microondas no esterilizan los alimentos. "Así que hay que tener cuidado a la hora de elegir la calidad de los productos que se compran para someterlos a estas ondas. En verano, especialmente, podemos ni darnos cuenta de que un alimento ha empezado a descongelarse debido al intenso calor", indica.

   El experto internacional en nutrición subraya, además, que la 'recongelación' en el congelador tampoco destruirá esos gérmenes que se han multiplicado en el proceso de descongelado. "Eso explica los numerosos casos de gastroenteritis estivales ligados a la ruptura de la cadena de frío. En el microondas los alimentos no se cocinan, en realidad, sino que se calientan, así que, si el producto no presenta una calidad adecuada desde el punto de vista bateriológico, los gérmenes se desarrollarán, con los peligros que eso puede conllevar para tu salud", sentencia.