Ponentes del 'Lifestyle, Diet, Wine and Health' niegan que el vino sea cancerígeno y apelan a combinarlo con buena dieta

El oncólogo Justus Apffelstaedt
El oncólogo Justus Apffelstaedt - EUROPA PRESS / MATEO LANZUELA
Publicado: jueves, 19 octubre 2023 17:40

El presidente del Congreso que se celebra en Toledo, Ramón Estruch, asegura que el vino "es inocente": "Su ingesta puede prevenir el cáncer"

TOLEDO, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

La sesión vespertina del Congreso 'Lifestyle, Diet, Wine and Health', que ha versado en torno a 'Implicaciones para la salud de las opciones de estilo de vida', ha intentado poner en común el punto de vista de varios expertos que han hecho girar sus disertaciones en torno a las conclusiones de diversos estudios que vienen a acreditar que el consumo moderado de alcohol, y del vino en particular, no provoca cáncer.

La relación entre alcohol y cáncer ha salido a la palestra en primer lugar en voz del oncólogo Justus Apffelstaedt, que opera en el Centro de Salud de Mama y Tiroides en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Ha expuesto que de los 10 millones de muertes por cáncer en 2019, sólo 740.000 estuvieron causadas por el alcohol, gran parte de ellas por un consumo excesivo.

En todo caso, insiste con datos en la mano en que el consumo excesivo de alcohol fue el determinante en la mayoría de las muertes, a partir de 50 gramos por día, "una botella de vino al día" aproximadamente.

Defiende el oncólogo que el cáncer es, sobre todo, una enfermedad "del ADN", y de cómo se activan los genes que lo determinan.

Pero, ha afirmado, el etanol sí que tiene efectos a la hora de causar cáncer, siempre en altas dosis y en "bebedores excesivos que tienen básicamente una adicción", ya que donde afecta es en el momento de no poder "reparar" ese ADN.

De este modo, el factor determinante del consumo de alcohol en su relación con el cáncer no es que lo cause, sino que evita que se revierta. Además, "aumenta la producción de súper óxido o peróxido de hidrógeno", negativos de cara a aplacar el avance de la enfermedad.

De su relato se desprende que la incidencia del alcohol es muy baja en los cánceres diagnosticados en todo el mundo, lo que hace que su consumo como objetivo de los esfuerzos de control sea cuestionable.

PATRONES DE CONSUMO

El presidente del congreso, Ramón Estruch, ha hecho girar su disertación sobre 'Patrón de consumo, dieta y cáncer', un coloquio dedicado a Serge Renaud.

Estruch, miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), del Instituto de Salud Carlos III; y del Institut d'Investigacions Biomdiques August Pi Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona, ha retomado la vinculación de vino y cáncer para asegurar que este producto "es inocente" en su relación con la enfermedad.

Estudios dicen que el consumo de alcohol debería tender a cero en pacientes de cáncer o personas con enfermedad isquémica, que aún siendo enfermedades distintas, "comparten mecanismo". "Existen vínculos entre enfermedades cardiovasculares y cáncer, y vemos que se comparten mecanismos que son comunes. Y si el vino tinto funciona en cardiovasculares, debería funcionar en cáncer, aunque hay que demostrarlo", ha señalado el doctor.

Aunque el cáncer es "un problema para todo el mundo", se ha demostrado que el consumo excesivo tiene impacto negativo, sobre todo en el de mama e intestino. "Nadie tiene dudas de que el alcohol tiene efectos cancerígenos, pero no bebes alcohol. Con el vino, bebes alcohol con polifenoles, y el efecto final puede ser diferente".

"Una ingesta moderada de alcohol puede evitar el 40% de los cánceres. Si ponemos el vino tinto en conjunto, el vino tinto con la dieta mediterránea, se puede reducir. Hay algo en la dieta mediterránea que permite evitar problemas, la clave es tomarlo en conjunto con esta dieta", ha defendido.

VINO CONTRA LA DEMENCIA

Emilio Ros, del departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi Sunyer del Clínic de Barcelona, ha centrado su disertación bajo el epígrafe 'Opciones de estilo de vida para prevenir el deterioro cognitivo y la demencia', reparando en que es el estilo de vida el que marca en gran medida enfermedades relacionadas con la pérdida de capacidad intelectual.

Con todo, para reducir la demencia hay evidencias como que, cuanta más educación has recibido, más posibilidad de retrasarla. Como conclusión, ha apuntalado la premisa de que la dieta mediterránea es una gran herramienta contra este deterioro. En cuanto al papel que juega el vino en ella, ha apuntado que la abstinencia "está relacionada con un aumento de la demencia".

Ha querido poner el acento en la manera de beber, del cuándo y del cómo, como factor importante para hacer que su consumo pueda llegar a ser recomendable.

Tabaquismo, obesidad, sedentarismo o mala alimentación son todos "factores de riesgo modificables" de cara a prevenir ese deterioro, tal y como ha defendido.

Por contra, hay alimentos que previenen del deterioro y mejora las habilidades cognitivas, desde las manzanas hasta la cúrcuma pasando por las espinacas, como también lo hace, en su opinión, el ayuno prolongado. Frutas, vegetales, semillas, pescado o aceite de oliva ayudan a prevenir la demencia, según su alocución.

EL EJERCICIO, CLAVE

Dentro de la intervención de Alejandro de Lucía, profesor de la Facultad de Ciencias del Deportes de la Universidad Europea de Madrid, bajo el nombre 'El ejercicio físico como factor importante de un estilo de vida saludable', ha ofrecido varios ejemplos de proezas físicas, como el éxito del plusmarquista en velódromo Robert Marchand, que batió records con 102 años.

Para una buena salud, es, por tanto, clave en un contexto en el que un tercio de los adultos "son inactivos y no llegan al mínimo de 150 minutos de actividad física a la semana".

Ha exhibido resultados de estudios al respecto de la creación de interleucina 6 (IL6) que vinculan la práctica de ejercicio con niveles más altos, lo que consigue efectos antiinflamatorios "muy potentes", además de aumentar el metabolismo en tejidos adiposos marrones.

Este campo de estudio es difícil, según el profesor, ya que no se puede sustituir el ejercicio por pastillas, si bien se sigue avanzando en esta línea.

"ESTILO DE VIDA DE MOVIMIENTO" PARA GANAR SALUD

David Thivel, de la Universidad Clermont Auvergne, ha ofrecido por su parte un punto de vista al respecto de la importancia de mantenerse en movimiento.

Cambiar el sedentarismo es para el profesor el primer paso para revertir una vida poco saludable, ya que cuanto más movimiento haya, mejor será el sueño. "Respetando esas directrices podremos tener un impacto beneficioso en nuestra composición, peso, salud cerebral, cognición y en la calidad del sueño".

A más, ese buen movimiento puede apuntalar un mejor control del apetito, desembocando así en un estilo de vida "de movimiento".

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